Para quienes viven en la ciudad de Caracas, cualquiera de las 64 playas de La Guerra estará entre las primeras opciones recreativas durante las vacaciones escolares. Sin embargo, a algunos les preocupa el muro de acceso en el frente costero entre Makuto y Carabaleda.
La Guaira. Se acerca la temporada de vacaciones escolares para miles de caraqueños. Y para la eternidad no es un secreto que una carretera de 17 kilómetros facilita la posibilidad de que las playas de La Guerra se conviertan en una de las primeras opciones de esparcimiento para quienes viven en la capital del país.
“Las playas de La Guerra son las más cercanas y siguen siendo de recreación accesible y desde donde se puede regresar a casa el mismo día”, dijo María Antonia Prieto, madre de dos hijos que buscaba rayos de sol en Camuri Chico Balneario. Carballeda.
“Ya nada es barato en esta Venezuela donde circula el dólar, pero me gusta ir allá y ver la felicidad de mis hijos”, agregó Caracas, quien trabaja en una tienda de ropa en el mercado El Cementerio.
Camuri Chico, que sufrió cambios estructurales luego de la tragedia de Vargas en 1999, es el más visitado por su servicio y oferta gastronómica.
Otros caraqueños como Luis Azocar de la Parroquia de Catia prefieren las arenas del Balneario de Catia La Mar hacia el oeste.
Estaba cerca de mi casa por la noche y además creo que el acceso al transporte es mejor por la cercanía a la terminal de La Jora”, dijo el fisioterapeuta de 27 años, quien estuvo acompañado de dos familiares.
Hay presencia de unidades de transporte público alrededor de ambos balnearios, tanto de líneas privadas como subvencionadas por el Estado (las denominadas “rojas”). En el primero, el boleto oficial es de 30 bolívares ($1) y en el segundo, el pasaje es de 10 bolívares ($0,33).
Visitar cualquiera de las 64 calas marinas adecuadas de la Costa Central es rentable, especialmente para familias numerosas.
La fórmula suena atractiva: disfrutar del sol, el mar y la arena, desestresarse y volver a casa con la idea de que “podríamos volver con nuestros chicos cualquier otro día”, según Prieto.
Al oriente de la entidad federativa se encuentran las tradicionalmente concurridas playas: Paseo de Macuto; El Yate, Los Corales, Escondida, Coral y Caleta en Caraballeda.
En Naiguta, tierra de tambores y abundante expresión cultural, se destacan los balnearios de la zona, Playa Los Ángeles, Panty y Punta Care.
Las playas del balneario de Los Caracas y las playas de Todasana, La Sabana, Urama, Caruao y Chuspa no se quedan atrás, aunque el acceso terrestre es más complicado, pero conservan el encanto de estar tan cerca.
unión mágica
Pero no todo se reduce a 170 kilómetros de costa. El turismo por la cuenca del río impulsa a algunos a llegar hasta Naiguatá, Camuri Grande, Los Caracas, Osma, Oritapo, Todasana, La Sabana y Chuspa.
Los ríos antes mencionados tienen su desembocadura en el Mar Caribe, y llama igualmente la atención de quienes ingresan al Río Chico por el poblado de Chuspa (límite con el estado de Miranda).
“Bañarse en la playa y en el río al mismo tiempo es mágico”, dijo Juan Requena, un cumanés que vende empanadas de cazón, pescado frito y picatostes en Playa Larga, en el pueblo de La Sabana.
Venezuela En Directo Publicó un reportaje en mayo pasado, en el que se percató de la creciente incorporación de temporeros en el río Camuri Grande, muy cerca de la sede litoral de la Universidad Simón Bolívar. Algunos dicen que se sienten más cómodos en estas “aguas dulces” que en las playas cercanas a Naiguta.
Entre las localidades de Caruao y Chuspa (extremo este de la región), Pozo del Cura no se siente atraído por ella. Hace tres meses, sus habitantes denunciaron la instalación ilegal de una valla de bambú, que finalmente fue desmantelada por funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente y Asuntos Sociales..
En relación a este caso, el Ministerio Público no informó sobre las sanciones a los infractores, las cuales están previstas en la Ley Penal Ambiental.
Sigue así, pero los que querían cerrar el pozo querían privatizar su acceso al público”, dijo un vecino de Caruao que pidió el anonimato por temor a represalias de los miembros del consejo comunitario de la zona.
Este tipo de muro ha sido identificado a lo largo de más de dos kilómetros de acceso a la playa pública entre Makuto y Carabaleda.
El diputado Roger Cedeño (MAS) solicitó una investigación ante el Consejo Legislativo de La Guerra, pero la bancada del PSUV (5 de 7 legisladores) rechazó tal pedido.