Al menos 50 trabajadores de Feromina han exigido el restablecimiento de sus puestos de trabajo. Algunos fueron despedidos injustamente, mientras otros permanecen en la categoría de inelegibilidad, así como el caso de Rodney Álvarez quien denuncia que aún no se le han resarcido sus derechos, acusado de asesinar a un trabajador luego de estar privado de libertad durante 11 años. Puerta Ferrominera.
Puerto Ordaz. Aunque recurrieron a distintos órganos ordinarios para cada uno de sus casos, la mayoría de las denuncias laborales en Venezuela son indicadores comunes Falta de respuesta satisfactoria al trabajador, retraso Tramitar o simplemente rechazar su reclamo o solicitud.
Este es al menos el caso 50 trabajadores del Muelle Ciudad a CVG Feromina Orinoco y Ciudad Guana, quienes exigen el reintegro o restablecimiento de sus puestos de trabajo.
Rodney Álvarez está en ese personal. En su caso, estuvo privado de libertad durante más de 11 años en relación con un asesinato ocurrido en 2011 en Feromina Gate. En esos años No hubo un juicio justo, ya que la audiencia fue aplazada repetidamente Su liberación también se produjo en circunstancias irregulares, ya que no se informó a sus familiares ni a sus abogados. Incluso después de más de un año de independencia, no pudo unirse a Ferominar.
“Fui privado de mi libertad sin ninguna prueba. Incluso me fueron a buscar en un helicóptero a mi lugar de trabajo para secuestrarme, porque lo catalogo como secuestro. “Después de 11 años en una de las peores cárceles de Venezuela, luego de quedar en libertad total, el Estado venezolano y la empresa CVG Feromina no quisieron compensarme a mí y a mi familia por el daño”, denunció.
Según Álvarez, Él hizo todo el trabajo. La empresa ha enviado su expediente. al Inspector del Trabajo, donde se quejaron de que su solicitud de reintegro llegó tarde.
Todo este tiempo he estado, de una manera u otra, sumiso, tranquilo, esperando su buena voluntad después de las atrocidades que cometieron contra mí”, afirma.
– ¿Cómo vives económicamente?
-Bueno, como decimos, mata al tigre. Y estaba hablando con un amigo y le dije: Estamos matando un tigrecito por ahí de vez en cuando. Lo entendemos, lo entendemos, pero ya no quieren salir. Porque la situación en el país es tan grave que la gente no tiene forma de satisfacer sus propias necesidades básicas, y mucho menos enviar a alguien a talar el bosque o instalar lámparas.
“Nuestros derechos han sido vulnerados y no hay ninguna entidad pública que pueda ayudarnos y proteger lo que somos como ciudadanos, como seres humanos, como seres humanos”, añadió Álvarez.
Despido sin antecedentes
Héctor Delgado es otro trabajador de Ferrominera Ése es su reclamo de reinstalación. Se separó en 2018. Exigir mano de obra, como él exigía.
“Agotamos todas las instituciones del Estado, la fiscalía, la defensoría del pueblo, la inspectoría, porque no siguieron los procedimientos para calificar nuestro despido o nos despidieron por cualquier motivo razonable, pero fue prácticamente un despido masivo verbal. ¿Qué estamos pidiendo? Reconstrucción. Que realmente revisemos lo que nos pasó en ese momento y lleguemos a un acuerdo. “Estamos abiertos al diálogo”, dijo Delgado.
En todas las parábolas iban, Ninguno, incluido Caracas, dio una respuesta satisfactoria.
Aunque no se requiere nada, Una imagen que sirvió para reducir el número de trabajadores durante la pandemia En la planta, otros fueron separados de sus puestos. Sin embargo, denunciaron que además de dejar de recibir su salario mensual y otros beneficios, la empresa no les emitió un acta de despido.
Reconexión incompleta
Alberto Pérez, trabajador con 17 años de servicio También como operador de producción de Ferrominera Denunció un despido improcedente hace cinco años.
Apelé la resolución administrativa de la Inspectoría del Trabajo y acudimos al Juzgado de Primera Instancia, que me otorgó mi reintegro y salarios perdidos en el año 2021. Fui a la empresa y me detuvieron como tres meses, viene mañana, viene pasado, mientras tienen otro proceso en el Tribunal Superior Cuarto”, explicó.
En 2022 acudió a la Fiscalía de Derechos Humanos y Todavía está esperando que la empresa cumpla con la reasignación.
Solicitamos al Fiscal Tarek William Saab que ponga su lupa en la Inspección del Trabajo. La inspección del trabajo, tanto en Ciudad Bolívar como en Puerto Ordaz, se ha convertido en una inspección patronal que protege al empleador. Un caso presentado por un trabajador allí nunca sale a nuestro favor. Todo está a favor de la empresa”, reiteró Ferominer.
En otras industrias de Guyana, Como ocurre con Sidor, por ejemplo, esta es la misma denuncia.
Según el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (INAISIN), en agosto de 2023 se registraron al menos 55 conflictos laborales. De las 726 protestas, el 26,79% fueron empleados de la empresa básico
“El Estado, el mayor empleador del país, es también el principal violador de los derechos contractuales y laborales en Venezuela. La mayoría de las demandas (91,07%) en agosto fueron realizadas por trabajadores del sector público y los sindicatos fueron en el 50% de los casos con manifestaciones de disidencia”, señaló Inasin.
Así era el estado de Bolívar Las quejas y conflictos laborales registraron el mayor porcentaje (36,36%), Distrito Capital con 25,45% y Lara con 9,09%.