con una pala

La investigación sobre el escándalo arbitral que afecta al FC Barcelona dio un salto este jueves, con una investigación en las oficinas del Comité Técnico de Árbitros (CTA) en la sede de la Federación Española de Fútbol, ya debilitadas por el caso Rubiales.
La Guardia Civil ha realizado este jueves “una búsqueda documental” en la sede del CTA en las afueras de Madrid, informó la Federación Española de Fútbol, confiando el CTA en el fin de la investigación.
La RFEF recordó que los hechos investigados se produjeron con directivas previas y exigió estar “a disposición del juzgado” para esclarecer los hechos.
A petición del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, encargado de la investigación conocida como ‘caso Negreira’, la empresa de José María Enriquez Negreira fue investigada por unos presuntos pagos realizados por el Barça, que era el número uno. Dos árbitros. Español desde hace 25 años.
Por la misma época se supo que su propietario, el magistrado Joaquín Aguirre, había decidido presentar cargos contra el Barcelona y varios de sus ex dirigentes por soborno.
En cuanto al juez, “el FC Barcelona pagó a uno de los tres vicepresidentes del Comité Técnico de Árbitros a través de una empresa intermediaria” un “hecho que no ha sido desmentido y documentado”, según el auto publicado este jueves.
En el documento, el magistrado indica que estos pagos, que “continuaron durante unos 18 años, aumentaron de 70.000 euros iniciales a 700.000 euros anuales” y cesaron después de que Negrera dejara el cargo en 2018.
“Salvo razonables excepciones, el FC Barcelona ha satisfecho los intereses del club en términos de permanencia y crecimiento anual”, indicó.
“De aquí también se puede inferir que los pagos crearon el efecto arbitral deseado por el FC Barcelona, de tal forma que se generó discriminación en el trato a otros equipos y resultando en corrupción sistémica en todo el arbitraje español”, explicó, añadiendo que serán confirmados por la investigación de la Guardia Civil.
“conciencia”
El llamado ‘caso Negreira’, que sacude al fútbol español desde hace meses, alcanzó un nuevo nivel en marzo, cuando la fiscalía del Barcelona presentó cargos de corrupción contra el club catalán y varios de sus exdirigentes, entre ellos el expresidente Sandro Rosell o Josep Como María Bartomeu.
La acusación también iba dirigida contra José María Enriquez Negrera, su hijo y algunas de sus empresas, a través de las cuales recaudó más de 7,3 millones de euros entre 2001 y 2018, según denuncia la fiscalía.
El Barça dejó de pagarle en 2018 por la salida de Negreira de la CTA, mientras que Luis Rubiales, ahora expresidente de la federación, reestructuró la organización tras asumir el cargo, según la investigación.
El fin de esta supuesta relación económica enfureció a Negreira, quien envió una carta al entonces presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, indicándole que revelaría información perjudicial para el club si no seguía pagando.
“Resulta que EN tenía conocimiento de que se había cometido un acto ilegal muy grave por parte del FC Barcelona”, afirmó el juez de instrucción en su último auto.
conmoción
El club catalán, por su parte, siempre ha negado cualquier irregularidad en la obtención de beneficios deportivos y su presidente Joan Laporta aseguró en abril que los ingresos pagados a Negreira eran totalmente transparentes y acordes con los pagos legales por informes deportivos. ..
La nueva acción legal se produce cuando la RFEF se encuentra en el centro de un gran escándalo mundial tras el beso forzado de su ex presidente Luis Rubiales a la jugadora Jenny Hermoso después de la victoria en la Copa Mundial Femenina en agosto.
El caso desencadenó una protesta exigiendo cambios en la federación de futbolistas y la dimisión de Rubiales, quien está siendo investigado por la Audiencia Nacional, el principal tribunal penal de España, por acusaciones de acoso y coacción sexual.
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