Para restaurar las industrias química y petroquímica, tal vez se necesiten unos 8.000 millones de dólares, una cantidad que sólo puede recaudarse a través de empresas privadas, organizaciones multilaterales y mercados de capital.
La inyección de capital privado es la fórmula que permitirá a la industria química –y con ella a la petroquímica– recuperar su tamaño anterior, por lo que la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Assochem) ha propuesto un plan. Enfocándose en reducir la participación estatal y fomentar la atracción de inversión nacional y extranjera.
El presidente de Asoquim, Guillermo Wallis, destacó la importancia de la inversión privada para recuperar el sector, pues se podrían necesitar unos $8 mil millones, monto que sólo puede incrementarse. De la mano de empresas privadas, organismos multilaterales y mercados de capitales. El sindicato cuenta con más de 160 empresas afiliadas, que representan toda la cadena de valor del sector.
“La inversión privada sólo se producirá cuando el clima inversor sea favorable, con un marco de seguridad jurídica estable y transparente. Por ello, se deben implementar políticas macroeconómicas coherentes y sostenibles, ya que reducen los riesgos políticos en el mediano y largo plazo y mejoran las condiciones de acceso al financiamiento”, argumentó durante la celebración del 60 aniversario de esta organización sindical.
Sostuvo que la inversión privada sólo se producirá si el clima de inversión es favorable, Con un marco de seguridad jurídica estable y transparente. “Por lo tanto, es necesario implementar políticas macroeconómicas coherentes y sostenibles, ya que reducen los riesgos políticos a medio y largo plazo y mejoran las condiciones de acceso a la financiación”, advirtió el presidente de la Associm.

Guillermo Wallis, presidente de Asoquim en su discurso en el 60 aniversario del gremio.
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En el evento aniversario de la asociación realizado en Caracas, el economista y director de ODH Consultores, Richard Obuchi, presentó sus ideas para revitalizar este sector industrial tan importante para una economía petrolera como la venezolana, destacando que el sector químico contribuye al producto interno bruto (PIB) del país. ) incluso seis podrían quintuplicarse al año y crear más de 100.000 puestos de trabajo en el proceso.
El plan Obuchi avalado por Asoquim se centra en ocho áreas destinadas a incentivar la inversión privada. Destacó los siguientes puntos:
- Reducir el papel del Estado. Para Obuchi, debe dejar de ser un “comerciante y regulador” y asumir el papel de “promotor y socio último” del sector. Esto significa abandonar los controles de precios y otras imposiciones que afectan los mercados libres.
- Promover la inversión. Debe existir un entorno favorable a la inversión de capitales nacionales y extranjeros, con reglas de juego claras y políticas macroeconómicas “coherentes y sostenibles”.
- Activación del mercado de capitales. El mercado de valores actúa como un brazo financiero, ayudando a recaudar fondos para la financiación de proyectos y reduciendo la carga financiera del Estado sobre las empresas mixtas.
- Reforma jurídica. Obuchi se refirió específicamente a la Ley de Desarrollo de Actividades Petroquímicas (LODAP) y a la derogación de normas que desincentivan la inversión privada, como la participación obligatoria del Estado en todas las empresas mixtas petroquímicas con al menos un 50% de participación.
- Restablecer la cadena de suministro. Asegurar el suministro de materias primas y la activación de procesos clave para la industria petroquímica requerirá la recuperación de la industria petrolera y de todo el ecosistema que la rodea. Obuchi destacó el desarrollo de proyectos conjuntos con las multinacionales Repsol y Eni, como el proyecto de gas La Perla en el campo Cardón IV.
- Incentivos fiscales. Es necesario revisar la carga fiscal aplicable al sector. Obuchi dijo: “Cualquier empresa debe considerar beneficios importantes como beneficios fiscales en términos de impuesto sobre la renta (ISLR), impuesto al valor agregado (IVA) y derechos de importación sobre maquinaria y equipo”.
- Desarrollo de actividades relacionadas. La industria química también necesita del resto de la economía para un crecimiento sostenible, ya que está entrelazada con otros sectores como la agricultura, la energía y el farmacéutico. “Sin políticas de promoción adecuadas, el potencial innovador de estos subsectores puede quedar desaprovechado”, afirmó el economista.
- Piensa en la transferencia de energía. Finalmente, Obuchi recordó que el mundo afronta una nueva etapa centrada en las energías limpias, por lo que cualquier proyecto en la industria química y petroquímica debe tener en cuenta estas opciones de futuro.
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