Estados Unidos confirmó este miércoles que niega su implicación en envíos de armas a Israel y ataques israelíes a la Franja de Gaza debido a su compromiso de larga data con la defensa del Estado judío, aunque no hay forma de demostrarlo. Para eso no se utiliza.
Según varios medios de comunicación, la administración de Joe Biden considerará aprobar la venta de 50 aviones de combate F-15 a Israel en un acuerdo de 18 mil millones de dólares, a pesar de las presiones para cortar los envíos de armas a ese país por las muertes en Gaza, que muchos consideran genocidio.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo en una conferencia de prensa que muchos informes de los medios sobre ventas de armas a Israel correspondían a paquetes que “llevarán años entregar, mucho después de que termine el conflicto de Gaza”.
“Tenemos una relación de larga data con el Estado de Israel, que es anterior a esta administración y al actual gobierno de Israel. Esto ha sido cierto durante las administraciones demócratas y republicanas en Washington”, dijo.
Miller destacó que Estados Unidos está comprometido a garantizar la seguridad de Israel “contra un gran número de adversarios en la región que buscan su destrucción”, aunque en realidad la situación ha girado en sentido contrario.
Al mismo tiempo, dijo, Estados Unidos presionó “continuamente” a las autoridades israelíes para que “cumplieran plenamente el derecho internacional humanitario” y las investigaran y responsabilizaran por sus “malas acciones”.
Un grupo de 80 organizaciones árabes y musulmanas en Estados Unidos, junto a otros aliados, pidieron este miércoles en una carta a Biden que revise su política sobre la guerra de Gaza y deje de enviar nuevas armas a Israel.