Cientos de miles de personas se reunieron ayer en las principales ciudades de Argentina en la histórica Marcha de la Universidad Federal, exigiendo un mejor presupuesto y pidiendo el rechazo a las políticas económicas de Javier Milli.
Medios locales estimaron que 800.000 personas se reunieron en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente a la Casa Rosada (sede de gobierno), en la mayor protesta contra Miley desde que asumió la presidencia argentina.
En el Centro de Excelencia Estudiantil en la central ciudad de Córdoba, Argentina, estudiantes y docentes se reúnen a partir de las 11:00 hora local.
También hubo movilizaciones en las provincias de Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Río Negro, Neuquén, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Catamarca y Chubut.
Al grito de “¡Las universidades públicas se defienden!” Y “no hay educación sin presupuesto, no hay futuro sin educación”, docentes y estudiantes se reunieron frente al Congreso en Buenos Aires y marcharon hasta la Plaza de Mayo, desafiando las amenazas represivas de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Las universidades declararon emergencia presupuestaria luego de que el gobierno decidiera extender el mismo presupuesto que recibió en 2023 para este año; Sin embargo, la inflación anual alcanzó el 290% en marzo.
Golpe de cadena en rechazo de “motosierra”
Un atronador caceroljo se escuchó en varios sectores de Buenos Aires durante y después del canal nacional donde el presidente derechista de Argentina, Javier Millei, pregonó los supuestos avances de su gobierno en materia económica.
El lunes por la noche, tratando de defenderse de las marchas universitarias convocadas para este martes, el presidente aseguró que el país había logrado un superávit fiscal por primera vez en 16 años con su “plan motosierra”.
Sin embargo, cuando sonaron cacerolas en la capital, diversos analistas rechazaron esta afirmación, confirmando que todo fue una enorme reducción del gasto público, especialmente una reducción del 35% en las pensiones y la paralización de las obras públicas que afectaron negativamente a la construcción. Industria, arrojando a miles de trabajadores al desempleo.
Además, recordaron aumentos brutales en los servicios públicos de hasta el 500%.