El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, puso fin este lunes a días de especulaciones sobre su futuro y anunció este lunes que permanecerá en el cargo “con más fuerza si cabe”.
Después de que un tribunal abrió una investigación preliminar sobre su esposa por cargos de corrupción, Sánchez sorprendió al país el miércoles al anunciar que se tomaría unas vacaciones de cinco días para pensar en su futuro, informó AP News.
“He decidido continuar, si es posible, con más fuerza, al frente de la presidencia del Gobierno español”, afirmó en un discurso televisado tras informar este lunes al rey Felipe VI de su decisión.
Su renuncia privaría a Europa de su líder socialista de largo plazo, que dirige uno de los países más importantes de la UE justo antes de las elecciones europeas de junio.
“Esta decisión no es un punto y final, es un punto y final. “Te lo garantizo”, dijo Sánchez, sin dar más detalles sobre qué medidas tomaría para contrarrestar la “campaña de falta de respeto” que, según dijo, enfrentaba él y su familia.
La cuarta economía más grande de la eurozona estaba estancada cuando Sánchez, que ha gobernado desde 2018, envió una apasionada carta a X el miércoles antes de recluirse en el Palacio de la Moncloa, la residencia oficial del presidente en Madrid. En la carta, decía que las iniciativas contra su esposa eran un ataque muy personal a su familia y que necesitaba tiempo para determinar sus prioridades.
En esa carta, en la que se declaraba “profundamente enamorado” de su esposa Begoña Gómez, decía que ya no podía quedarse quieto viendo cómo era objeto de una investigación judicial supuestamente iniciada por un grupo conservador. Utiliza su posición para influir en acuerdos comerciales.
El grupo Manos Limpias admitió que el caso se basó en informes de los medios. La fiscalía española ha indicado que debería desestimarse.
Tal era la expectación en España que la televisión estatal puso el lunes en pantalla una cuenta atrás de 10 minutos antes del anuncio durante su programa matutino de entrevistas políticas.
En un discurso en las escaleras del Palacio de la Moncloa, Sánchez dijo que él y su esposa “saben que esta campaña de difamación no se detendrá”, pero decidió que no podía darles a sus oponentes la satisfacción de renunciar.
Dijo que la manifestación de apoyo realizada por sus seguidores en los últimos días fue un factor importante en su decisión.
En la práctica, Sánchez tenía cuatro opciones: dimitir, buscar un voto de confianza en el parlamento, convocar nuevas elecciones o continuar en el cargo.
Cualquiera de ellos podría afectar importantes planes legislativos, así como las elecciones regionales clave en Cataluña en mayo y el Parlamento Europeo en junio.
Sánchez dijo que la carta, la licencia sin precedentes que criticó y su decisión final de continuar “no significaron ningún cálculo político”.
“Soy consciente de que he mostrado un sentimiento que generalmente no es aceptable en política”, añadió.
Ya sea que se deba o no a una preocupación genuina por su familia, la sucesión de acontecimientos tendrá implicaciones políticas.
“Se propuso una campaña de cinco días”, dijo a The Associated Press Montserrat Nebrera, analista política y profesora de derechos constitucionales en la Universidad Internacional de Cataluña.
“Esto parece ser un esfuerzo de campaña para aumentar la polarización entre quienes están conmigo y quienes están contra mí”, dijo. “Esto seguramente tendrá un impacto en la campaña catalana y más aún en la campaña europea, donde los socialistas lo han tenido más complicado”.
Sánchez, de 52 años, es presidente desde 2018. Pudo formar un nuevo gobierno de coalición minoritario de izquierda en noviembre para comenzar un nuevo mandato de cuatro años gracias al apoyo cada vez más frágil de partidos regionales más pequeños. Aunque es el líder socialista europeo con más años de servicio y popular internacionalmente, en España es amado o despreciado.
Sánchez culpó de la investigación a los sitios web de noticias vinculados al principal partido conservador de la oposición, el Partido Popular y al partido de extrema derecha Vox, que, según dijo, difundieron acusaciones “falsas”.
Sus partidarios dijeron que el incidente debería ser una llamada de atención para responder a los ataques infundados que, según dicen, están envenenando la política española.
Sin embargo, el Partido Popular afirmó que el comportamiento de Sánchez era mezquino, juvenil e inadecuado para un líder europeo. El PP y Vox han atacado implacablemente a Sánchez a lo largo de los años, comparándolo regularmente con un dictador y acusándolo de traicionar a España por llegar a un acuerdo con los grupos separatistas que apoya en el parlamento.
“Vivimos en una sociedad en la que sólo nos enseñan y hay que estar a la altura a toda costa”, afirmó Sánchez en su breve discurso. “Pero hay momentos en que el único camino a seguir es detenernos, reflexionar y decidir claramente hacia dónde queremos caminar”.