Voluntad Popular es una de las organizaciones que, desde su creación, se ha asociado a los esfuerzos por cambiar de gobierno por medios distintos al voto, los cuales aparecerán el 30 de abril de 2019.
Desde su creación, en 2009, los dirigentes de esta organización, vinculados a grupos económicos y con ideologías de extrema derecha, han entrenado sus armas para lograr su principal objetivo: hacerse con el poder utilizando sistemas antidemocráticos.
Uno de los momentos más críticos fue en 2014 (casi un año después de la primera victoria del presidente Nicolás Maduro) cuando lideraron el plan La Salida, en el que participaron otros políticos extremistas como María Corina Machado y Antonio Ledezma.
Por este hecho, López fue arrestado por calificar estos hechos violentos, que resultaron en 43 muertes.
Operación Libertad
Luego de la victoria de la oposición en 2015, que le dio la mayoría en la Asamblea Nacional, y de varios intentos fallidos de sacar a Maduro del poder en 2016, 2017 y 2018; En 2019 se activó un nuevo plan en el que el diputado Juan Guaidó asumió la presidencia del parlamento y posteriormente se declaró “presidente interino”, desconociendo los resultados de las elecciones presidenciales de 2018, en las que ganó Maduro.
Luego de un ataque fallido en la frontera con Venezuela en febrero de ese año -específicamente con Colombia-, el 30 de abril, en las primeras horas de la mañana, se activaría la Operación Libertad.
La trama golpista fue revelada por primera vez por el prófugo del juez Alberto Federico Ravel, quien pasadas las 5.30 horas afirmó en las redes sociales que tanto Guaidó como López tenían “el control de la base aérea de La Carlota”, respaldado por un pequeño grupo de militares. Quienes se unieron a las Cruzadas dieron la espalda a la disciplina constitucional.
Sería una noticia falsa para justificar el golpe. López llegaría al dispensario de Altamira luego de que Manuel Ricardo Christopher, entonces director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), lo ayudara a escapar del arresto domiciliario, donde estaban apostados algunos líderes políticos y un puñado de militares con brazaletes azules. Figueroa, hoy prófugo de la justicia.
Cuando la oposición convocó a Guarimba, el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Diosdado Cabello, demostró cómo se trataba de un espectáculo mediático, afirmando que no hubo levantamiento militar y mucho menos toma de instalaciones militares.
El plan quedó completamente frustrado cuando tanto los militares como la población organizada se unieron para defender el palacio de Miraflores.
Guaidó, López, 16 rebeldes y una canasta de plátanos fueron todo lo que quedó del complot.