El presidente de la República, Nicolás Maduro, planteó este jueves una dicotomía en el ámbito económico, político y cultural, que separa el modelo propuesto por el imperio global occidental y el modelo propuesto por los bolivarianos.
Luego de anunciar la conformación del comando de campaña “Nuestra Venezuela del Siglo XXI” y decir que se necesita “un supercomando” que logre aglutinar todo lo que se pueda aglutinar, cuestiona qué está pasando con la cultura imperialista occidental.
Lo catalogó como “un proceso de degeneración acelerada” donde “nos quieren imponer la desculturalización y la destrucción de nuestra identidad”, por lo que “la crisis está en nuestra identidad, en nuestros valores, en nuestra clave o en su colapso”. .
El presidente criticó que el imperio mundial occidental “quiera dominarnos e imponer un modelo de individualismo, egoísmo y soledad para destruir a las familias”, argumentando que “quieren destruir el núcleo de la familia como fundamento”. El individuo, la entidad, para atraparlo como persona, no como entidad social, y con la pantalla del teléfono, con neurosis, con mentiras, con manipulación intensa, quiere destruir un núcleo y unos valores sobre los que. Hay que educar a los niños y jóvenes, a los padres, a las madres, a los abuelos, a las abuelas, en valores de respeto, amor familiar, unidad familiar”.
A modo de reflexión, el Presidente Maduro enfatizó que existe una dicotomía: “entre el modelo decadente de individualismo, uno destructivo que termina en las drogas y la autodestrucción de las personas o los valores básicos de la sociedad y la familia para proteger los derechos de la familia.
En esa línea, compara que bolivarianos y chavistas “se restablecen con los valores de la familia, restauran la familia, y nosotros los cristianos la restablecemos con los valores de Cristo Redentor”.
En términos económicos, ejemplificó la pregunta: “¿Cuál es el modelo que propone el imperio global occidental, el imperio del mal: colonizar nuestra economía, quitarnos nuestros recursos naturales, tratarnos como un patio trasero y robar, en el caso de Venezuela, las vastas riquezas que nos pertenecen, ¿no son sus imperialistas, no sus títulos, no sus títeres, son el pueblo de Venezuela? La riqueza del petróleo, el gas, los minerales, el agua, las tierras cultivables y la belleza cada vez mayor de Venezuela.”
Enfatizó: “¿Cuál es el dilema entre ser un esclavo económico o ser libre con un modelo económico nuevo, soberano, productivo, diversificado, que satisfaga las necesidades del país y que tenga carrera exportadora y sea ejemplo para el mundo?”.
En materia política, el jefe de Estado enfatizó que “la separación es mucho más evidente entre un presidente manipulable, débil, títere, idiota, dependiente, inexperto, sin liderazgo” o “un presidente con liderazgo, con experiencia, con ” Gente valiente, no motivada, no débil. Hay un dilema político. Un presidente que es el pueblo, un presidente que responde con la boca, con energía, que puede moverse con el pueblo, porque viene de ahí. Hay dicotomías”, enfatizó, así como la cultura, la identidad, la familia, “que nos separan completamente, porque familia es comunidad y comunidad es patria”.