Dicen cumplir con todas las garantías médicas y jurídicas que corresponden a Gámez Bustamante como recluso y oficial de hinchas.
Resistencia Sin Frontera condenó la desaparición forzada el 12 de junio del coronel retirado de la Guardia Nacional José de Jesús Gámez Bustamante, ya que una comisión especial lo trasladó a un lugar desconocido el 10 de junio.
Gámez Bustamante es preso político desde 2012. Estuvo recluido en el penal “26 de Julio” de San Juan de los Morros, estado Guárico, y se encuentra en delicado estado de salud debido a las condiciones sanitarias e higiénicas que vive el país. La prisión y las torturas a las que ha sido sometido en el pasado.
El soldado retirado sufrió dos derrames cerebrales y un infarto y fue retenido en una celda con prisioneros comunes que padecían tuberculosis. Esto lo puso en una condición clínica crítica, lo que lo llevó a una cirugía para extraer líquido de uno de sus pulmones.
A pesar de que se confirmó su enfermedad y su urgente necesidad de tratamiento especializado, fue retirado del hospital sin que se le permitiera completar el tratamiento adecuado.
Hasta el momento, ni su familia ni sus abogados saben de su paradero y ninguna autoridad ha brindado información al respecto. Por eso exigen pruebas de vida y responsabilizan a Nicolás Maduro, al ministro de Servicio Penitenciario Julio García Zerpa y a los funcionarios a cargo del traslado por su integridad física, denunciando que ha habido reiterados intentos de quitarle la vida. programa, así como otros presos políticos.
Solicitaron la intervención de organismos internacionales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Corte Penal Internacional (CPI) y otros organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional, para alzar la voz y estar atentos al caso.
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