La ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, destacó este sábado que el pueblo venezolano ha enfrentado ciberataques en los últimos días y compartió detalles de un plan conformado por grandes intereses hegemónicos y desestabilizadores, así como cómo el país enfrenta esta amenaza.
Una publicación en su cuenta planteó un escenario atípico de ciberguerra.
“En Venezuela no quieren votos ni actas, sus intereses son el petróleo, las reservas de gas, el agua, el coltán, las tierras raras y otros recursos naturales”, dijo Jiménez.
De igual forma, destacó que el pueblo lucha por imponer el amor y la paz en el país a través de su inteligencia y organización social comunitaria junto al presidente Nicolás Maduro.
El verdadero poder es la comunicación.
En primer lugar, explicó que este escenario de ciberguerra tiene un elemento comunicativo que es utilizado de manera perversa por los dueños de las grandes redes sociales, quienes “tienen el poder de decidir e influir en el tipo de información que se difunde, se viraliza y se comunica ampliamente”. a nivel global, dominado por algoritmos y dictaduras”.
Al respecto, explica que, además de su poder financiero, su verdadero poder es la comunicación, a través de la cual crean sesgos y distorsionan la información, creando una matriz de opiniones alineadas con sus intereses corporativos y hegemónicos.
Por otro lado, advirtió que en esta guerra no convencional utilizan tácticas de incitar al odio y condenar al pueblo que eligió al presidente Nicolás Maduro para ocultar la realidad. Para lograrlo, los laboratorios mediáticos difunden información falsa que perturba la paz, las emociones y la paz de los venezolanos.
“Es terrorismo desde los medios digitales mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación”, denunció el ministro.
Venezuela bajo ciberataque
El jefe de ciencia y tecnología también explicó en la publicación que el país ha sido blanco de millones de ciberataques generados por infraestructura de bots provenientes de Estados Unidos y Colombia.
“A través de ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), sobrecargan sitios web, servidores o consumen recursos de la red con tráfico malicioso. El principal objetivo de la extrema derecha es destruir la infraestructura tecnológica en servicios públicos, energía eléctrica, comunicaciones e información, banca y finanzas, telecomunicaciones, salud, electoral, transporte, entre otras áreas sensibles”, explicó el ministro.
Uno de los ataques fascistas más recientes tuvo lugar contra Conviasa, ante la cual -como señaló la propia aerolínea- trabajaron para proteger todos los datos de la aerolínea de bandera venezolana.
En ese sentido, Jiménez destacó que el país cuenta con un ejército de ingenieros y científicos estatales con los que resisten todos los ataques, acciones maliciosas y desestabilizadoras.
Los criminales trabajan para el imperialismo
En su disertación, Jiménez enfatizó que más allá de la magnitud de los daños materiales “el impacto en la vida cotidiana de la comunidad y su estado emocional a través de la tecnología, los laboratorios psicológicos, los medios de comunicación, la censura y el terrorismo tecnológico”.
“Somos conscientes del enemigo al que nos enfrentamos, un imperio controlado por los grandes intereses de las corporaciones tecnológicas y petroleras, que conocen la inmensidad de los recursos de nuestro país, que necesitan estratégicamente”, dijo. Como antecedente cita el golpe de estado en Bolivia, protagonizado por el Imperio y Elon Musk, cuyo principal objetivo era apoderarse de vastas reservas de litio.
“Las empresas de redes sociales y tecnologías de la comunicación convierten a las personas en objetos, en animales que no se transforman y mucho menos evolucionan desde la conciencia y el pensamiento crítico. Los hábitos negativos se fomentan desde la plataforma, nacen el odio, la frustración, la insatisfacción para luego llevarlos a las calles; Con pseudolíderes (MCM, EGU entre otros) para crear caos y terror. Simplemente, los criminales trabajan para el imperialismo”, reflexionó en su publicación.
De igual forma, Jiménez advirtió que esta manipulación de la sensibilidad y la realidad perjudica la salud psicoemocional de las personas.