El presidente Naib Bookel aseguró este miércoles (21/08/2021) que el sistema de justicia penal de El Salvador es “el mejor del mundo”, citando un plan de rehabilitación para “delincuentes no violentos”.
“Esperen hasta que vean a estos tipos (presos) reconstruyendo nuestro país y reduciendo sus sentencias al mismo tiempo. “Realmente tenemos el mejor sistema de justicia penal del mundo”, escribió Buckele en inglés en su cuenta X (anteriormente Twitter).
El presidente salvadoreño también señaló en las redes sociales el 20 de agosto que “los pandilleros pasarán toda su vida en prisión, pero los delincuentes no violentos pueden recibir capacitación y pagar su deuda con la sociedad”. Indicó, como complemento a un vídeo que muestra a los presos realizando diversas tareas, que “ya hemos empezado con los primeros 48.000”.
Buckele compartió en julio de 2024 que se estaban capacitando “miles” de reclusos “no peligrosos y que no son miembros de pandillas”, sin dar más detalles sobre qué regiones “reconstruir” el país.
Alejandro Gutman, presidente de la Dirección de Integración del Gobierno salvadoreño, defendió en una entrevista con la madrileña agencia Venezuela En Directo en abril que la reinserción de los pandilleros es posible “en algunos casos”, pero “entre los que ya están muy marcados es muy difícil” porque ” también tienen penas muy largas”, mientras que “hay otros que debieron haber participado menos” y pueden tener “con el tiempo, la oportunidad de salir de prisión”.
“Es importante trabajar con ellos, con los que se puede” y los estados deben “permanecer con ellos”, dijo Guttman, en medio de críticas de que las organizaciones internacionales aprovechan las excepciones a la estrategia de protección de Buckel. llamado Maras.
Según las estadísticas oficiales, de 2022 a marzo de 2024 se registraron más de 90.000 detenciones en régimen de emergencia, de las cuales más de 7.000 personas fueron puestas en libertad condicional.
Esta norma de emergencia se convirtió en la principal y única medida del gobierno contra las pandillas y le valió a Buckel su reelección inmediata a pesar de la prohibición constitucional. Sin embargo, diversas organizaciones humanitarias recibieron más de 6.400 denuncias de violaciones de derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y reportaron más de 300 muertes bajo custodia estatal, la mayoría con signos de violencia.