Organizaciones políticas, humanitarias y sindicales conmemoraron hoy el legado del presidente Salvador Allende en el aniversario 51 del sangriento golpe de Estado contra el gobierno de unidad popular en Chile.
El presidente Lautaro Carmona afirmó, según reseña Prensa Latina, que ha transcurrido más de medio siglo desde el momento en que el poder de facto y la dictadura apoyada por el gobierno de Estados Unidos declararon al pueblo enemigos internos. Partido Comunista de Chile.
Entonces, dijo, la persecución y eliminación de militantes y dirigentes de partidos políticos de izquierda y de sindicatos y movimientos sociales comenzó sólo para mantener la propuesta de una sociedad plenamente democrática.
Respeto no sólo al colega presidente sino también a la dirigencia
En un acto al pie del monumento a Salvador Allende, ubicado junto al Palacio de La Moneda, Carmona dijo que se respeta no sólo a un colega presidente, sino también al liderazgo de los miles que lucharon en la búsqueda de un principio. Sobre el sentimiento del futuro.
Fue un proyecto obstaculizado por una fuerza represiva, pero hoy sigue vigente en temas esenciales y la unidad popular debe ser ofrecida y sustentada por los valores del humanismo que el gobierno ha creado, afirmó el dirigente.
Lautaro Carmona dijo: “Somos los comunistas y el Partido de Allende, que luchamos por la democracia y la justicia social, por la libre defensa de los derechos humanos y por el antiimperialismo y el internacionalismo”.
Un golpe sangriento
Por su parte, Mónica Quilodran, líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), dijo a Presa Latina que es impresionante cómo sigue viva la esperanza que Salvador Allende le dio al pueblo 51 años después.
Señaló que los gobiernos instalados tras el fin de la dictadura en 1990 no hicieron los cambios necesarios para salir del marco del actual modelo neoliberal.
Tenemos un país lleno de injusticia, donde los jóvenes se quedan sin opciones por la falta de una educación integral y donde las drogas causan estragos, señaló Quilodran.
La organización sindical Central Classista de los Trabajadores y la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, entre otras agrupaciones, también participaron en el homenaje a las víctimas del golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet.
En distintas procesiones pasaron por La Moneda y se detuvieron frente a la puerta Morandé 80, donde fueron trasladados los cuerpos del presidente Allende y varios de sus aliados que sacrificaron sus vidas el 11 de septiembre de 1973.

