Una nueva ola de explosiones de diversos dispositivos electrónicos se produjo este miércoles en el Líbano, matando al menos a 14 personas e hiriendo a 450.
Los incidentes se producen un día después de explosiones coordinadas por buscapersonas pertenecientes al grupo chiita Hezbolá en todo el país, que se han cobrado al menos 11 vidas y herido a otras 4.000.
El gobierno libanés, que culpa al gobierno israelí por el ataque, presentará una queja formal al Consejo de Seguridad de la ONU “sobre los ciberataques de Israel”, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, citando a medios israelíes.
Después de la explosión, Hezbollah y las autoridades libanesas culparon a Israel de “agresión criminal”. El grupo chiíta está llevando a cabo una investigación sobre la explosión y ha prometido responder al ataque.
Primera explosión
Se dice que los buscapersonas son fabricados por la empresa Gold Apollo, con sede en Taiwán, y Reuters informó que los dispositivos fueron comprados en los últimos meses.
La propia empresa declaró más tarde que los buscapersonas no fueron fabricados por ellos, sino que una empresa llamada BAC tenía licencia para utilizar su marca.
Mientras tanto, The New York Times informó, citando a varios funcionarios estadounidenses y de otros países, que la mayoría de los dispositivos comprados eran modelos AP924, pero el envío incluía otros tres modelos del buscapersonas de la compañía.
Una versión de los hechos sugiere que las baterías de litio de los dispositivos explotaron, posiblemente debido a un sobrecalentamiento.
Sin embargo, Edward Snowden, ex Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) y analista de la CIA que expuso el programa de vigilancia masiva de Washington en 2013, indicó que si estas baterías sobrecalentadas explotan, “se esperan muchos más incendios pequeños e incendios”. “