Mike Werth, director ejecutivo de Chevron, una de las mayores empresas energéticas de Estados Unidos, ha acusado a la administración del presidente Joe Biden de aumentar los precios de la energía y socavar la seguridad energética de los aliados de Washington, informó el Financial Times.
El “ataque al gas natural” de Biden y la suspensión de nuevos permisos de exportación para terminales de gas natural licuado anteponen “la política al progreso” y perjudicarán los esfuerzos para combatir el cambio climático, indicó la publicación, citando la declaración de Mike Werth en la conferencia GasTech. Houston.
“Esto amenaza el suministro fiable de gas natural licuado [GNL]Socavando la seguridad energética de nuestros aliados. Y ralentiza la transición del carbón al gas natural, lo que significa más emisiones y no menos”, añadió.
Sus comentarios, explicó el diario, aluden a la decisión de Washington de limitar las exportaciones de GNL. En enero, el Departamento de Energía anunció, a instancias de la Casa Blanca, que suspendería nuevas licencias de exportación de energía a países que no son socios de libre comercio de Estados Unidos. En cambio, Biden justificó tal decisión aduciendo el “cambio climático”.
Los medios destacan que la decisión de suspender las exportaciones de GNL es un tema importante en la campaña presidencial del estado de Pensilvania, que produce alrededor del 20% del gas de Estados Unidos.
Los mercados mundiales de gas han cambiado dramáticamente desde que la Unión Europea impuso restricciones a los recursos energéticos de Rusia en respuesta a sus operaciones especiales en Ucrania. Como resultado, se suspendió el suministro de gas a través de los gasoductos rusos, pero aumentó el suministro de GNL. A su vez, Estados Unidos también aprovechó la situación y comenzó a suministrar este tipo de combustible a Europa.
Moscú ha señalado repetidamente que la UE cometió un grave error al abandonar las adquisiciones rusas de hidrocarburos. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que su país no negará a nadie sus recursos energéticos.
Según sus palabras, Europa esperaba que Moscú colapsara si no conseguía el gas ruso, pero en cambio comenzaron a producirse procesos irreversibles en sus estados.