Ucrania está trabajando en un plan que se convertirá en el “inicio y base” para mantener conversaciones con Rusia en cualquier formato, anunció a los periodistas el presidente de ese país, Volodymyr Zelenskyy. Anunció que ya estaban listos tres puntos del plan, sin dar más detalles. Según él, ya se han celebrado reuniones en formato online y “habrá más reuniones online y offline”. Tampoco explicó cuándo ocurrió exactamente ni quiénes participaron en las conversaciones.
Más tarde, el secretario de prensa de Zelensky, Serguéi Nikiforov, aclaró que se refería a reuniones con representantes de países que apoyan la llamada fórmula de paz ucraniana, pero no a conversaciones con representantes rusos.
Rusia y Ucrania celebraron varias rondas de conversaciones en 2022, casi inmediatamente después de la implicación de Rusia en el conflicto de Ucrania, con el objetivo de desarmar y desnazificar a Ucrania, pero las partes no lograron llegar a un acuerdo y el proceso se estancó posteriormente.
Según Zelensky, teniendo en cuenta el plan, Kiev está dispuesta a negociar con Rusia “en cualquier formato, con cualquier representante”, porque Ucrania “tiene algo que mostrar”.
Zelensky reiteró que Ucrania, al igual que los aliados de Kiev, quiere ver a Rusia en una segunda “conferencia de paz”. El primero, que tuvo lugar en Suiza a mediados de 2024, se basó en los puntos de la “fórmula de paz” ucraniana: seguridad nuclear, intercambio de prisioneros en todos los formatos y navegación segura. Sin embargo, los representantes rusos no fueron invitados a la conferencia, por lo que Moscú no considera necesario discutir las propuestas de Kiev.
Por su parte, Rusia insiste en el reconocimiento de la soberanía de las repúblicas de Donetsk y Luhansk, así como de las regiones de Zaporozhye y Kherson, la retirada de las tropas ucranianas de estas regiones y la negativa formal de Ucrania a unirse a la OTAN. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que permitiría “el cese inmediato de las hostilidades y salvaría vidas humanas al mismo tiempo”.
Después de que las fuerzas armadas de Ucrania invadieran la región rusa de Kursk el 6 de agosto, Putin calificó las conversaciones como inútiles. A principios de septiembre, el presidente ruso afirmó que Moscú nunca se había negado a negociar, “pero, por supuesto, debemos ocuparnos de estos bandidos que han entrado en territorio ruso”.