Hezbollah disparó docenas de misiles contra Israel la madrugada del miércoles, incluido uno dirigido a Tel Aviv en lo que fue su mayor ataque hasta la fecha y marcó una nueva escalada de las tensiones en el Líbano después de que los ataques israelíes mataran a cientos de personas.
El ejército israelí dijo que interceptó el misil tierra-tierra, que activó alarmas antiaéreas en Tel Aviv y el centro de Israel, sin informes de víctimas ni daños materiales. El ejército también indicó que había atacado una posición en el sur del Líbano desde donde se lanzaron los misiles.
Hezbolá dijo que disparó un misil balístico Qader 1 contra la sede de la agencia de inteligencia de Israel, el Mossad, a la que culpó de una reciente serie de asesinatos selectivos de sus principales comandantes y del ataque de la semana pasada que destruyó bombas escondidas en buscapersonas y walkie-talkies. Decenas de personas y miles de heridos, muchos de ellos miembros de grupos político-paramilitares.
Según el ejército israelí, esta es la primera vez que un misil disparado desde el Líbano llega al centro de Israel. Hezbollah se atribuyó la responsabilidad de un ataque aéreo contra una base de inteligencia cerca de Tel Aviv el mes pasado, pero no hubo confirmación. El grupo rebelde palestino Hamás atacó repetidamente Tel Aviv durante los primeros meses de la guerra de Gaza.
El lanzamiento aumentó las tensiones en una región que parece encaminarse a otra guerra total, mientras Israel continúa luchando contra Hamás en la Franja. Una ola de ataques israelíes en el Líbano el lunes y martes mató al menos a 560 personas y obligó a miles a buscar refugio.
Todas las familias que huyen del sur del país han llegado a la capital, Beirut, y a la ciudad costera de Sidón, donde duermen en escuelas convertidas en refugios, además de en coches, parques y playas. Algunos intentaron abandonar el país, lo que provocó atascos en la frontera siria.