El alcalde de Nueva York, Eric Adams, compareció el viernes ante un tribunal federal de Manhattan para declararse inocente de cinco cargos, entre ellos fraude electrónico, aceptación de sobornos y solicitud de donaciones ilegales a ciudadanos extranjeros.
“Me declaro inocente, señoría”, dijo Adams, mirando solemnemente a la jueza Katharine Parker.
Adams salió del juzgado sin hacer comentarios. Sonrió a un funcionario judicial, pero ignoró la fila de periodistas que salía. Entre otras cosas, le pidieron que no faltara a ninguna de sus citas de régimen de comparecencia y que no contactara de ninguna manera con los testigos del caso.
Los cargos lo vinculan con recibir donaciones ilegales y generosos beneficios a cambio de favores políticos. Adams, que enfrenta hasta 45 años de prisión si es declarado culpable, desestimó los cargos en su contra.
Entre otras cosas, lo acusaron de aceptar viajes y otros beneficios de empresarios turcos y de al menos un funcionario del gobierno a cambio de utilizar su influencia para promover sus intereses. Según los fiscales, el plan se remonta a 2015, cuando Adams era presidente del distrito de Brooklyn, y continuó durante su mandato como alcalde.
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Entre las acusaciones estaba el papel de Adams en la apertura de un nuevo edificio consular turco en la ciudad de Nueva York, a pesar de que el edificio no cumplía con los estándares de seguridad en ese momento. Además, los fiscales alegan que Adams no informó estos beneficios en sus estados financieros anuales y, en ocasiones, creó un rastro documental falso para ocultar los obsequios.
Otro cargo que enfrenta el alcalde es el de aceptar donaciones ilegales para su campaña electoral de 2021, certificando falsamente que cumplían con las normas de financiación de campañas. Eso le permitió recibir más de $10 millones en fondos públicos a través del programa de donaciones paralelas de la ciudad.
Adams prometió luchar contra los cargos en una conferencia de prensa antes de ser acusado. “Pido que esperemos y escuchemos nuestra versión de esta historia”, declaró. “Mis abogados se encargarán del caso, mientras yo sigo prestando servicios a 8,3 millones de neoyorquinos”.
El fiscal federal Damian Williams, que está a cargo del caso, dijo que la supuesta conducta de Adams constituía una grave violación de la confianza pública. “Alegamos que el alcalde ha cruzado líneas rojas muy claras a lo largo de los años”, dijo.
Adams comparecerá nuevamente ante el tribunal el 2 de octubre ante el juez federal Del Ho. Mientras tanto, el alcalde enfrenta una presión cada vez mayor para que renuncie, aunque ha dejado claro que no tiene intención de hacerlo, manteniendo su compromiso con la ciudad de Nueva York en medio del escándalo.