Este miércoles líderes religiosos e inmigrantes pidieron al presidente el nuevo gobierno de México Claudia ShinbaumLa frontera sur del país está “confraternizada” y no “militarizada” ante los abusos que sufren los extranjeros en flujos récord.
César Augusto Cañaveral, Coordinador de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Tapachula, la ciudad más grande en la frontera de México con Centroamérica, solicitó en conferencia de prensa que La zona ha llamado la atención por la presencia de autoridades que temen a los migrantes.
“Nuestras fronteras, en lugar de militarización, deben ser fraternales, porque en el camino hay abusos y abusos a los derechos humanos de nuestros hermanos migrantes, pero no es la población local, sino las organizaciones como tales”, puntualizó el sacerdote. .
El último informe de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien dejó el cargo el lunes, pide el despliegue de 36.000 miembros de las fuerzas armadas para labores migratorias.
El ejército es una amenaza para los inmigrantes
En este contexto, el sacerdote señaló que algunos agentes de la lucha entre los cárteles de la droga en el sur de México representan un riesgo para los migrantes “no sólo el crimen organizado”.
“¿A quién le temen los inmigrantes? Sí, al crimen organizado por supuesto, pero también a la Guardia Nacional.A la policía estatal, policía municipal y migración”, explicó.
Inmigrantes y miembros de la Iglesia Católica realizaron un foro con testimonios sobre inmigración y asilo en la frontera sur de México, donde pidieron respeto a la vida y la dignidad.
Exigieron el fin del racismo, la discriminación, la xenofobia, la inseguridad y la extorsión por parte del crimen organizado y las corporaciones de seguridad.
Apelan a Shinbaum para que los proteja
La hondureña Karen Suapa Osorto pidió al gobierno de México que los apoye y les dé seguridad porque están abiertos a todo, porque quieren ser libres de cruzar México mientras huyen de su país por la delincuencia, pero no avanzan. Por el peligro.
“Estamos expuestos a todo, viajo con mi familia, viajo con cinco personas más, cuatro menores y un adulto. “Estoy asilada y estaré siete meses en prisión y no he avanzado nada, por lo mismo tengo miedo de revelarme a mis hijos porque son menores de edad”, reveló.
Aunque las detenciones en la frontera de Estados Unidos han disminuido, la inmigración irregular a través de México aumentó un 193% año tras año a más de 712.000 en la primera mitad del año, según la unidad de política de inmigración del gobierno.