La jueza Keidimar Ramos Castillo ordenó juzgar por terrorismo a siete adolescentes de entre 15 y 17 años tras las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Los menores también enfrentan cargos de difundir el odio, obstruir una vía pública y resistirse a la autoridad. El juez propuso que se declaren culpables y cumplan una pena de 6 años y 8 meses sin libertad condicional, informó El Carabobino.
Sin embargo, les informó que si afirmaban su inocencia tendrían que ir a juicio y afrontar hasta 10 años de prisión, que había solicitado la fiscalía. Nadie se declaró culpable por lo que ahora irán a juicio.
Entre los detenidos se encuentra una joven de 16 años. Todos fueron detenidos entre el 29 y 30 de julio y se encuentran en Karabobo.
Según declaraciones de sus familiares recogidas por El Carabobeño, todos ellos fueron torturados en sus respectivos centros de detención. A lo largo de varios días, fueron golpeados, perdieron dientes o fueron electrocutados.
Finalmente se detuvo cuando aceptaron grabar un video en el que dijeron que les pagaron 30 dólares por protestar, según miembros de la familia.
Además, el sistema de justicia les ha negado pruebas forenses que verificarían estas denuncias de tortura.
No tienen defensa personal.
Familiares de los menores dijeron que el defensor público intervino dos minutos después. Además, dijeron que no presentó ante el juez todos los documentos que le entregaron para demostrar la inocencia de sus hijos.
Más tarde, el juez dijo que todos deberían ir a juicio. Esta audiencia tuvo lugar 62 días después del arresto, no dentro de los 10 días exigidos por la ley de la República.
Dos de estos menores expresaron pensamientos suicidas porque no entendían por qué los trataban de esa manera. Los padres ni siquiera podían ver los registros de sus hijos.
“Hemos solicitado el expediente en innumerables ocasiones y siempre nos dicen que no se puede porque es ilegal. “¿Por qué si son menores de edad y nosotros somos parte del proceso?”.
La posibilidad de que puedan contar con un abogado privado como lo garantiza la ley venezolana parece aún más remota.
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“Esperaba que me dieran esto para llevarme a la escuela. Él está deprimido, cada vez que me ve me dice: mamá, ¿por qué estoy aquí si no estoy haciendo nada? “Es un niño, es tan deprimido no quiere ni bañarse, le trae comida y la regala porque no quiere comerla”, dijo entre lágrimas una madre.
Entre los adolescentes detenidos se encuentran miembros del equipo juvenil de tenis de mesa de Karabobo.
La madre de otro joven dijo que era músico y lo arrestaron a él y a su amigo cuando venían de los ensayos. “Se informó a la audiencia que fue detenido frente al Fuerte Paramacoy. “Eso es mentira”, dijo la mujer.
En cuanto a la chica arrestada, salió a comer perritos calientes con otros tres amigos cuando fueron vistos siendo escoltados al Fuerte Parma por hombres disfrazados. Un hombre con uniforme militar le dijo que le daría libertad si se acostaba con él, dijo su madre. Al no lograr su objetivo, le quitó el teléfono a la joven, quien fue golpeada y obligada a grabar un video acusando a la hermana de María Karina Machado. “Mi hija tenía pestañas postizas y se las arrancaron”.
“Después de lastimarse las costillas y los brazos, lo metieron en una celda llena de piedras con otros prisioneros. Sobrevivió tres días sin comida ni agua. Hoy está encarcelado por varios delitos con mujeres adultas que lo golpearon. Una vez intentó suicidarse. Y hace unos días me dijo que está cansado de estar ahí, no quiere seguir así”, agregó su madre.