Mientras las autoridades españolas celebraban el Día de la Herencia Hispana, Madrid se convirtió en el centro de una fuerte manifestación de movimientos indígenas y sociales que reafirmaron el 12 de octubre como un día de resistencia indígena y levantamiento popular, conmemorando así la emancipación y lucha de los antepasados contra el Imperio español. Hace más de 500 años.
Cientos de personas se reunieron en la Plaza de la Provincia frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de España en Madrid para expresar su rechazo a la celebración de la herencia hispana y exigir el respeto a los derechos indígenas.
Es importante resaltar que en la concentración participaron diversas organizaciones sociales. El Movimiento de Solidaridad con la Revolución Bolivariana (MOSOREBO) estuvo presente y reafirmó la jornada como el Día de la Resistencia Indígena y la Revuelta Popular.
En este sentido, el evento se ha convertido en un lugar de encuentro y lucha. Los movimientos sociales de todo el mundo alzaron sus voces contra el imperialismo, el neocolonialismo y las nuevas expresiones del fascismo.
Un manifiesto para el pueblo.
Los participantes, portando banderas de Perú, Venezuela, Bolivia, Palestina, Siria y las Wifalads, recitaron una potente lectura del manifiesto “El 12 de octubre celebramos la resistencia y rebelión de los pueblos por la libertad, la soberanía y la igualdad social”.
En textos leídos en Madrid denunciaron a la Hispanidad como una máscara que ocultaba la intervención, el saqueo y la recolonización de las poblaciones locales.
“Los recientes acontecimientos en México, Colombia, Venezuela, Bolivia… dejan en evidencia la existencia de planes de intervención imperialista contra el pueblo”, dijeron en el documento.
Respecto a Venezuela, el documento condena los bloqueos económicos y las intervenciones externas que buscan desestabilizar el país y apropiarse de sus recursos naturales en perjuicio del pueblo de la nación bolivariana.
“El ataque al pueblo y al gobierno de Venezuela tras los resultados de las elecciones presidenciales, el saqueo de sus reservas y depósitos financieros internacionales debido al bloqueo económico, resaltan el interés de las grandes multinacionales en apoderarse del principal petróleo del mundo. Reservas al igual que “Sucedió en Irak, Libia y Siria”.