LAUCÑ, CHAPARE, Bolivia (AP) — El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, prometió el domingo continuar su huelga de hambre y alentar las ocupaciones de calles para defender sus objetivos políticos y protestar por la actual situación económica. La “mala gestión” de la nación andina y de su heredero y sucesor el presidente Luis Arce, con quien se disputa el control del partido gobernante de cara a las elecciones de 2025.
“Mi lucha es mejorar la situación en el país e iniciar un diálogo incondicional (con el gobierno) en dos mesas: una económica y otra política”, dijo Morales a periodistas de Associated Press desde su bastión cocalero del Chapare. El centro del país, desde donde inició el viernes una huelga de hambre exigiendo diálogo y aliviando las protestas de sus seguidores, que entró en su tercera semana.
Los reporteros de AP tuvieron que superar hace 20 días un peligroso viaje de más de diez horas por un camino tomado por seguidores de Morales que querían impedirle responder al sistema judicial que lo investiga por denuncias de abuso sexual contra un menor. 15 años cuando asumió la presidencia en 2016.
Grandes grupos de partidarios del ex líder de 65 años hacen guardia en los “puntos de bloqueo” y cargan para dejar pasar vehículos y personas. La carretera de Cochabamba a la región tropical productora de coca está llena de escombros, neumáticos y árboles talados por los manifestantes. Quienes se atreven a cruzar deben viajar en automóvil, motocicleta y en otras ocasiones caminar por las montañas bajo la niebla para llegar a las regiones selváticas del centro de Bolivia.
Seguidores del expresidente lanzaron protestas exigiendo que Morales no sea investigado por el poder judicial y que se le permita postularse para presidente en 2025 luego de que un fallo de la Corte Constitucional lo excluyera de la carrera. Ahora han añadido una nueva exigencia: la dimisión de Ars.
Las carreteras han afectado aún más el suministro de alimentos y combustible a la economía en dificultades, y el aumento de los precios de los productos básicos ha alimentado el malestar en el país.
La policía pudo despejar la ruta entre Cochabamba y La Paz, pero la región de Santa Cruz, que suministra alimentos y carne, permaneció bloqueada.
“Es una traición a la revolución con el pueblo, con los militantes (partido de gobierno). “No sólo hay traición, sino también mala gestión, corrupción, protección al narcotráfico”, dijo Morales sobre el gobierno de Ars.
El líder político fue el primer presidente indígena y el que gobernó por más tiempo (2006-2019). Una protesta popular lo obligó a dimitir en 2019 después de que la Organización de Estados Americanos (2019) condenara las elecciones como fraudulentas, que provocaron 37 muertes mientras era elegido para un tercer mandato consecutivo.
“No es que Ivo quiera ser presidente, el pueblo me pidió que volviera. Tuve estabilidad en la gestión. La estabilidad económica y política conduce a la felicidad. Ese es nuestro trabajo”, dijo Morales, sentado frente a un escritorio en la sede del sindicato de cocaleros más grande de Bolivia.
En cambio, Ars acusó a su mentor político de promover protestas sólo para proteger “intereses personales” y de empeorar la situación económica al bloquear carreteras para forzar su dimisión.
“En La Paz no hay bloqueo, pero tampoco combustible”, respondió Morales.
Horas antes, el Ministerio de Asuntos Exteriores denunció ante la comunidad internacional que los seguidores del ex presidente habían mantenido “como rehenes” a tres unidades militares y a 200 militares junto con sus familias.
Según Morales, “fue un seguimiento, no hubo intervención, no hubo incautación, están en la puerta del cuartel”.
Sus bases se agravaron aún más tras el intento de “asesinato” de la semana pasada, según su versión, y acusó al Gobierno de enviar “encapuchados” que dispararon contra su coche, para matarlo.
El gobierno, sin embargo, dijo que el político disparó contra un agente y huyó cuando este se resistió a una búsqueda de una patrulla antinarcóticos.
El dirigente coca dijo que estaba dispuesto a negociar con Ars si había “mediación de organismos internacionales o gobiernos amigos”.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, respondió el domingo que el Gobierno estaba dispuesto a negociar “pero no a cambio de impunidad y violaciones a la Constitución”.
“A Morales no le importa el país, le importa él mismo, busca nuevos enfrentamientos (entre la policía y el bloqueo) para sembrar de muerte la carretera”, dijo del Castillo. “92 policías resultaron heridos y no abrieron fuego, pero fueron atacados por las bandas criminales en Morales para limpiar las calles. “Este es un grupo pequeño que quiere imponerse a todo un país y Morales tiene un guión completo para desestabilizar al gobierno”, añadió.