En su ataque de esta mañana contra el sistema eléctrico ucraniano, Rusia utilizó un centenar de drones y más de 90 misiles, algunos con municiones de racimo, informó en sus redes sociales el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky. “Estas municiones de racimo complican significativamente la tarea de reparar los daños causados por el ataque”, escribió Zelensky, quien describió el último bombardeo como “una escalada perversa de las tácticas terroristas de Rusia”.
El Jefe de Estado de Ucrania explicó que los misiles portadores de municiones en racimo eran misiles de crucero Kalibr, con los que Rusia ataca a menudo el territorio de Ucrania. Zelensky agradeció a los trabajadores de emergencia y al sector energético por su trabajo para mitigar las consecuencias del bombardeo, el undécimo gran ataque ruso contra el sistema eléctrico de Ucrania desde marzo pasado.
“Cada uno de estos ataques demuestra que ahora se necesitan sistemas de defensa aérea en Ucrania, donde salvan vidas, y no en almacenes”, escribió el líder ucraniano a los aliados de Kiev. Zelensky destacó que su administración está trabajando con sus socios para desplegar la mayor cantidad de sistemas antiaéreos en Ucrania en el menor tiempo posible. El bombardeo, en el que Ucrania disparó 79 misiles y 35 drones, dejó a más de un millón de ucranianos sin electricidad en temperaturas gélidas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, por su parte, dijo que el ataque de hoy fue una “reacción” a los ataques contra territorio ruso por parte de armas estadounidenses y británicas en los últimos días. Putin, que asistía a una cumbre de seguridad de la alianza post-soviética en Astana, admitió haber lanzado 90 misiles y 100 drones a Ucrania durante la noche. Y amenazó con que los ataques rusos también podrían tener como objetivo centros de decisión en Kiev, lo que parecía ser una amenaza directa contra el presidente Zelensky.