Naguanagua, ciudad del estado Carabobo, es reconocida a nivel nacional por sus diversas manifestaciones y expresiones culturales que han persistido a través del tiempo, realzando la gentileza y exuberancia de los creyentes.
Durante la época navideña, el nacimiento del Niño Jesús es motivo de celebración y devoción entre los lugareños. Cantos de acción de gracias y alegría recorren las calles del municipio desde noviembre, durante todo el mes de diciembre y hasta el 2 de febrero en la voz del Pastor del Niño Jesús.
Esta expresión cultural tiene hoy 130 años, lo que la convierte en una de las tradiciones más antiguas y arraigadas de Naguanagua.
Este ícono local no sólo promueve la venezolana, sino que también es causa de reunificación familiar, uno de los momentos más representativos del cristianismo, fomentando la paz y la unidad entre los habitantes.
La cofradía, que data de la segunda mitad del siglo XIX, lleva la imagen del niño Jesús de casa en casa. Es tradición que mientras se escucha a los juerguistas se mantiene abierta la puerta de la casa, donde se cantan canciones y se hacen velas y ofrendas para agradar al santo niño y se hacen promesas.
Este año la fiesta comenzó el 2 de noviembre, cuando fueron puerta por puerta desde la Plaza Bolívar de Naguanagua, llevando la estatua del niño Jesús y pidiendo su bendición.
La paranda central consta de cuatro, maracas, charrascas, tambores, furuco y guire.
Tras finalizar el recorrido por el municipio, los pastores custodian la imagen en la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, donde permanecerá hasta la siguiente Navidad.
Una tradición generacional
Desde hace dos generaciones la familia Daja garantiza la continuidad ininterrumpida de la tradición.
En octubre tienen la tarea de retirar la película para restaurarla, vestirla y acondicionarla. Luego, realizan romerías populares hacia los sectores Las Trincheras, La Entrada, Carialinda y La Propidad Rural de Bárbula.
“El patrimonio debe protegerse y mantenerse. Es una fiesta donde participan niños, jóvenes y adultos”, afirmó José Daza, el popular “Chimo”, encargado de la fraternidad heredada de su padre. La familia Daza ha sido guardiana de la tradición desde hace más de 80 años.
En 2019, el Niño Jesús Pastores de Naguanagua recibió la certificación como bien de interés cultural de la nación a través del Instituto de Patrimonio Cultural, otorgada por el Ministerio de Cultura. Luego de la Fiesta del Niño Jesús, la imagen recorre las calles del municipio de Naguanagua hasta el 2 de febrero, Día de Nuestra Señora de la Candelaria.
swing caribeño
El municipio de Naguanagua fue hogar de la etnia caribe-arawak, cuyo principal medio de vida era el cultivo de yuca, camote y maíz, que complementaban con la caza de venado y la pesca. Su nombre deriva del cacique Naguanagoa que ejerció control sobre el territorio en la cuarta década del siglo XVI. Fue reconocida como encomienda, asignada a Pedro Álvarez, alcalde de Borburata. A mediados del siglo XVIII, don Bernardino López y don Dionisio crearon el curato de Matu que se formó bajo la advocación de Nuestra Señora de Begoña.