El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, cree que las tensiones provocadas por la amenaza de sanciones comerciales del presidente electo estadounidense, Donald Trump, se disiparán en los próximos meses a medida que avance el diálogo entre ambos gobiernos.
“México ya preparó su propuesta, que no necesariamente es lo que piensa el presidente Trump, a ver, no podemos ponerla sobre la mesa todavía, porque nos dijeron que tuviéramos cuidado con eso”, dijo el funcionario en una entrevista en noviembre. El 5 de enero, la segunda vez que el presidente de Estados Unidos ganó las elecciones desde que Magnette, la agenda bipartidista ha estado marcada por la controversia.
Trump amenazó con aumentar los aranceles a México en un 25% para “castigar” las políticas de inmigración y seguridad de su importante empresa comercial, a lo que Scheinbaum respondió con una advertencia de que México también podría aumentar los impuestos a Estados Unidos, pero el jueves, tras una llamada entre los Dos líderes, el presidente descartó la posibilidad de que estalle una “guerra arancelaria”.
En el mismo sentido se pronunció Ebrard, quien negó que se pueda implementar una estrategia comercial basada en “aranceles por aranceles”, como lo había sido en 1971, cuando el fallecido presidente Richard Nixon aumentó un impuesto del 10% a las importaciones provenientes de México, lo que fue Muy poco. Duró mucho tiempo porque falló.
Respecto a las afirmaciones de Trump sobre la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, el secretario reiteró que son infundadas porque el flujo de indocumentados ha disminuido un 72% en el último año.
Por eso consideró que el escenario de negociación es favorable, pues hay una reducción y más allá del estilo de Trump, el desacuerdo terminará sólo cuando converja el diálogo bilateral donde queden claros los hechos reales del problema.