El número de muertos por las últimas lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra registrados en Bolivia ha ascendido a nueve, según el último informe de la policía del país andino.
La última víctima mortal ocurrió el domingo en la región Trópica de Coochbamba (centro) a la altura del kilómetro 110 de la carretera que conecta la región con la división oriental de Santa Cruz, informó Edson Claure, comandante divisional de la región, donde cuatro personas, entre ellas dos menores de edad, fueron “sorprendidos por un deslizamiento y derrumbe ocurrido” que les quitó la vida.
Cler dijo que la información fue confirmada por los medios de comunicación, ya que un equipo de bomberos apoyándose en la policía llegó al lugar, pero fueron rechazados por la comunidad, quienes les pidieron que se fueran.
La región tropical de Cochabamba lleva semanas sin presencia policial debido a los recientes bloqueos de carreteras por parte de partidarios del expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019), que duraron 24 días, y diversos actos de violencia en la zona.
Las otras muertes coincidieron con el inicio de la temporada de lluvias en el país hace un mes e incluyeron tres muertes en la sureña región de Chuquisaca, una en La Paz y otra en Tarija, según datos del viceministerio de Defensa Civil.
A principios de noviembre en Chuquisaca, dos personas murieron tras ser arrastradas por una crecida de un río en la localidad de Presto, además de un niño de 14 años que fue alcanzado por un rayo mientras pastoreaba ovejas en una zona rural. La capital constitucional de Bolivia es el distrito urbano de Sucre.
En Tarija, un adulto mayor murió aplastado por un muro que cayó producto de una inundación, y en La Paz una niña de 5 años que quedó sepultada en un deslave en el barrio Bajo Lojeta, luego de más de un Semana de fuertes lluvias.
De igual forma, las autoridades bolivianas han identificado al menos 200 familias afectadas por los recientes desastres naturales en el país.