El autor Miguel Bonnefoy, premio Fémina 2024 por su novela “El sueño del jaguar”, es desde hace años héroe de una aventura única en la literatura francesa: describir la exuberancia latinoamericana en palabras de Descartes.
“Escribo directamente en francés porque estudié en un instituto francés, en el extranjero. Pero El español es mi lengua materna y tengo grandes esperanzas de poder expresarme directamente en español algún día.“Este escritor franco-venezolano está a punto de cumplir 38 años”, explicó en una entrevista con la Venezuela En Directo.
Desde que publicó su primer cuento (“La maison et le volieur”) en 2009, Bonnefoy ha recibido un premio literario en Francia por cada una de sus obras.
La última creación de Miguel Bonnefoy recibe un doblete insólito: Premio Femina y Gran Premio de Novela de la Academia Francesa.
“El sueño del jaguar” (Piote-Riveges), afirma, es un libro que “estaba en mi corazón desde hacía 20 años”: Narra la historia de su familia a partir de la epopeya de su abuelo materno Antonio, abandonado al nacer en la escalera de una iglesia. En Maracaibo.
Anteriormente, con “Herencia” (publicada en español por Armenia), abordó la historia de su linaje paterno en Chile. Perseguido por el régimen de Pinochet, su padre se exilió en Francia.
Y con “El viaje de Octavio” describe el encuentro entre un analfabeto y una actriz de Maracaibo que le enseña a leer y escribir.
Sumérgete en el idioma
Lejos de sentirse incómodo, Miguel Bonfoy ha abrazado el papel de “tránsfuga” de la cultura y la lengua.
“Lo bonito es que te obliga a ir a hundir las manos en la masa, en el pelo y en el vientre de una lengua”, explica.
“El lenguaje está muy presente tanto en mi vida como en mi inconsciente. Realmente soy un completo mestizo.“, anunció.
Al crear “El sueño del jaguar”, Bonnefoy asumió la influencia del realismo mágico, de autores como Gabriel García Márquez o Alejo Carpentier, una novela que, en francés, trae el olor y el sabor del Caribe con raíces hispanas.
“No sé si estoy abriendo nuevos caminos” en la literatura francesa, explicó a la Venezuela En Directo.
“Todo lo relacionado con la literatura africana y antillana me parece esencial. Cuando uno escribe en francés sobre un mundo explosivo, volcánico y laberíntico, regresa a esa poesía africana altamente animista.. Soy un gran lector”, explica.
Pero “mi caso no es excepcional. Pienso, por ejemplo, en Samuel Beckett, que eligió el francés como lengua, o en Milan Kundera”, enumera.
Miguel Bonnefoy: “Fui el primero en aplaudir cuando recibí el libro en español”
Miguel Bonnefoy ha sido traducido a veinte idiomas, y para las versiones en audio de algunos de sus libros, como “El viaje de Octavio”, prestó su propia voz, lo que le permite hablar al oído del lector en francés, pero introducir palabras. Español con un acento perfectamente caribeño.
Sin embargo, para la publicación española de su novela, Bonnefoy dejó la tarea a los traductores.
“Fui el primero en aplaudir cuando recibí el libro en español. No reconozco mi idioma, invento palabras, formas de decir cosas que nunca hubiera usado“, explica con una sonrisa.
Cuando publicó su primer cuento, Miguel Bonnefoy vivía en Venezuela, donde llevaba tres años trabajando para el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez.
En un régimen marcadamente nacionalista, “Oculté que fui a la Sorbona, que hablaba francés”recordar
El éxito de aquella primera aventura literaria en Francia le llevó a abandonar el país de sus antepasados. Poco después falleció Chávez (marzo de 2013).
“Sufrí mucha decepción, pero tenía que verlo para poder hablar realmente de ello. Y me di cuenta de que con la muerte de Chávez se estaba pasando una página de la gran mitología política venezolana”, explicó.
Espera que algún día esa experiencia pueda ser material para una novela.
Pero primero debe encontrar el estilo con el que describir esas experiencias.
“En ese sentido soy un ayatolá del estilo literario. “Dediqué tiempo, trabajé sin cesar” para encontrar “esa música”, explica.