Un grupo de expertos de Naciones Unidas denunció este miércoles que hoy continúa la campaña de desapariciones y detenciones arbitrarias de opositores iniciada tras las protestas de 2018 en Nicaragua, con al menos 427 detenciones desde 2021.
En una carta dirigida a las autoridades nicaragüenses, estos expertos “piden la liberación de los detenidos por sus críticas (…) y que informen inmediatamente a sus familiares y abogados sobre su suerte y paradero”.
Desde las masivas protestas antigubernamentales de 2018, que según la ONU han matado a más de 300 personas en tres meses, Daniel Ortega y su esposa y el gobierno de la VicepresidentaRosario Murillo ha intensificado la represión contra disidentes, ONG e iglesias.
Expertos de la ONU afirmaron que hoy persiste un “patrón claro y deliberado” de eliminar y silenciar las voces disidentes mediante el uso de desapariciones forzadas, tortura, violencia sexual, detenciones arbitrarias y condiciones inhumanas.
Al menos 427 personas han sido detenidas desde 2021, afirmó el grupo, que denunció que las condiciones de los detenidos “se están deteriorando aún más, lo que ha tenido un profundo impacto en su salud física y mental”.
Los abusos que incluyen incluyen negar “las protecciones legales más básicas, como el acceso a un abogado, un médico o medicamentos, y visitas familiares”, o encarcelar a algunos disidentes después de cumplir sus condenas.
También señalan que los familiares a menudo desconocen el paradero o las circunstancias de los presos y reciben información contradictoria sobre la prisión en la que se encuentran o incluso niegan que hayan sido arrestados.
Las condiciones de detención en la prisión La Modelo son particularmente espantosas, dicen, “donde los presos no tienen contacto con el mundo exterior y son sometidos a torturas y malos tratos”.
La ONG de derechos humanos Colectivo Nicaragua Nadi Mas publicó este martes un informe en el que recogió testimonios de 229 sobrevivientes de torturas en el país, incluidos métodos como palizas, estrangulamientos, descargas eléctricas o extracción de uñas o dientes.
Las autoridades nicaragüenses consideran que las protestas opositoras de 2018 fueron un intento de golpe de Estado impulsado por Estados Unidos.