Fueron necesarios casi tres días para que el cuerpo del preso político Jesús Rafael llegara a su hijo, una prueba más de los ataques psicológicos que propinó a sus opositores desde prisión.
Valencia. Un grito desgarrador rompe el silencio de la residencia donde viven Aura, Milena y Graciela, madres de presos políticos que enfrentan desde hace meses una realidad desgarradora.
– ¡No puede ser! ¡Murió! ¡El padre del hijo de Bolívar murió solo! “¡Murió en prisión!” Aura exclamó mientras salía de la habitación, con lágrimas corriendo por su rostro.
La noticia citaba a Jesús Rafael Álvarez, de 44 años, quien fue detenido con su esposa e hijo en El Callao, estado Bolívar.
La muerte fue confirmada en las redes sociales.
El trágico incidente llegó a las madres de Tokio a través de las redes sociales, no a través de un comunicado oficial. Era viernes, alrededor de las 7 de la tarde.
Este grupo de mujeres se encuentra radicado en Carabobo, municipio de Libertador, desde hace casi cinco meses debido a que sus hijos, esposos, sobrinos o hermanos han sido acusados de participar en las protestas ocurridas después del 28 de julio.
Aura contactó al hijo de Jesús, quien había llegado a Carabobo un mes antes. Todos siempre lo veían solo. Con su madre presa en el Destacamento 625 de Puerto Ordaz, y confinada en el pilar de la casa, el joven no contaba con recursos suficientes para mantenerse en Valencia. Además, tenía que preocuparse por sus dos hermanas menores que estaban al cuidado de su anciana abuela.
Durante este tiempo, los jóvenes se refugiaron primero en Maraca y luego en Toquito, donde preparaban comida. “Allí le dan de comer y hasta duerme, aunque no es una casa familiar”, comentó Aura.
La llamada que nadie quiere hacer
Nerviosa, Aura Jesús intentó contactar a Alejandro Álvarez para contarle lo sucedido. Después de tres intentos cuyo miedo lo había paralizado, finalmente dijo:
– Jesús, tu padre está muerto.
El joven quedó impactado, pero también se enteró a través de la red. Sin embargo, tres llamadas desconocidas donde nadie habló le hacen sospechar que todo es verdad.
-Hola, hola, di algo.
Ante el silencio, escribió por WhatsApp y lo dejaron de la nada.
Cuando llegó al penal de Toquito, un guardia lo miró desde una pequeña ventanilla del portón negro y le dijo:
—No existe Jesús Rafael Álvarez, ni hay nadie muerto.
Entre si y no
Sin embargo, la ONG Dr. Una ventana a la libertad Ya había difundido la noticia. Jesús Alejandro, desesperado, acudió a la morgue del Hospital Central de Valencia y allí confirmó que no quería ser verdad.
Pero no pudo identificar el cuerpo de la manera tradicional, sino que le dejaron ver una fotografía en un celular. Sin más. Allí tomaron los datos del certificado de defunción y ella pensó que todo sería fácil.
Con el corazón roto, acudió al Cicpc de Tokuito, a ocho cuadras del penal, para hacer los trámites pero incluso allí le dijeron que su padre no estaba muerto. Por eso se enojó después de ir a prisión por segunda vez, ya que le volvieron a mentir sobre la muerte de Jesús Rafael. “Ven mañana a las 7:00 a. m. para ver qué información tenemos para ti”.
Fue entonces que las madres enojadas le pidieron a Jesús que revelara su realidad en Tik Tok.
– No podemos permanecer en silencio. Nos metimos la lengua en el culo y el primero ya está muerto. Necesitamos hablar de esto y difundirlo – le dice Milena a Jesús, tomando el teléfono.
Con lágrimas contenidas, Jesús fue claro durante la grabación.
-Solo quiero que me entreguen el cuerpo de mi padre. Me piden papeles, pero me dicen que no hay muerte. ¿Y qué viste allí? Era el cuerpo de mi padre y fue mi información que emitieron el certificado de defunción.
Se habla de suicidio
Unas horas más tarde Milena supo que Jesús Rafael se había suicidado en su celda.
Otros presos políticos le dieron esta información.
– Eran sus compañeros de celda y sus allegados.
Es por esto que Milena y Graciela cuentan que Jesús Alejandro describió el rostro de su padre como “muy hinchado y morado en el lado izquierdo de la cara”.
Con el alma en el suelo
Xiaolimar fue una de las madres que vio a Jesús Rafael Álvarez durante la visita.
-Estaba empeorando. Lo viste y lo único que hizo fue llorar, mi hijo hasta me dijo: Mamá, hay un chico que llora todo el tiempo. Su esposa está en la cárcel y nadie viene a verlo, dice que se está muriendo solo y que está desesperado.
Esta soledad está ligada a que a los hombres se les prohíbe el ingreso al Internado Judicial de Toquito, pero Jesús Rafael no tiene otra familia. Además, sus otros dos hijos son menores de edad.
Esto es inconsistente, pues se ha hecho público en el pasado que Pran Nestor Ricciardi, conocido como “El Ricciardi”, recibió visitas de artistas como Anuel, quienes grabaron canciones en un estudio dentro del penal de Toquito.
Ante esa soledad, la cuñada de Aura, de Bolívar, asumió el rol de familiar y la visitó dos veces en la quinta y sexta visitas. Soportó el profundo dolor del fallecido aunque al final lo vio sonriente y tranquilo.
Por eso la noticia cayó a todos como un balde de agua fría, porque no se lo esperaban.
suma de dias
24 horas después de la muerte de su padre, Jesús Alejandro logró salir del Cicpc, donde estuvo retenido durante 12 horas por presuntos burócratas del gobierno y funcionarios caraqueños. Aún se desconoce qué pasó allí, pero la realidad es que el joven se encuentra bajo protección y no quiere hablar por el momento. Y finalmente dispone del cuerpo de su padre para darle cristiana sepultura.
Tampoco se sabe si otro pedido suyo fue escuchado: la liberación de su madre, quien se encuentra en mal estado, pues el agua de lluvia cayó en su celda y le provocó una reacción en la piel. Estos incidentes son habituales, pero el acceso a las zonas de emergencia está bloqueado en el 90% de los casos.
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