Un jurado acusó formalmente al excongresista republicano David Rivera de lobby y lavado de dinero para ayudar al empresario venezolano Raúl Gorín, informó el miércoles el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Según la acusación, desde junio de 2019 hasta abril de 2020, el excongresista de Florida, de 59 años, “prestó servicios de consultoría y lobby a Raúl Gorín, un destacado empresario venezolano” propietario del canal de televisión venezolano Globovisión.
Rivera intentó presionar a “funcionarios del gobierno” estadounidense, incluido un alto funcionario, para que sacaran a Gorin de la lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN), por lo que cobró “más de 5,5 millones de dólares”, dijo el juez en un comunicado.
Lo hizo violando las regulaciones al no registrarse bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA).
Para ocultar el plan, Rivera creó “empresas fantasma fraudulentas” utilizando nombres asociados con una firma de abogados y altos funcionarios del gobierno para “dar la falsa apariencia” de que las empresas eran legítimas.
Según Washington, Rivera utilizó el dinero recaudado “para pagar a personas que lo ayudaron en sus esfuerzos por presionar a altos funcionarios del gobierno”.
En 2022, Rivera, miembro de la Cámara de Representantes de 2011 a 2013, ya fue detenido en otro caso por cargos de corrupción derivados de la firma de un contrato de 50 millones de dólares con una filial estadounidense de PDVSA, la petrolera estatal venezolana.