UNICEF pide a la comunidad internacional que proteja a los niños de los horrores de la guerra y ponga fin a los mortíferos ataques de la “nueva normalidad” contra los niños que prevalecen hoy.
Señaló que el año 2024 fue uno de los peores registrados para los menores que viven en zonas de conflicto, por lo que – subrayó – “asistimos a una brutal violación de los derechos de los niños y no podemos escuchar otra excusa”.
“Al principio, los ciudadanos de todo el mundo pueden negarse a ignorar el sufrimiento de los niños o permanecer en silencio durante los ataques contra niños, porque los conflictos nos parecen demasiado inverosímiles o el resultado de problemas políticos demasiado complejos”, subrayó.
La agencia de la ONU instó a los líderes a nivel nacional e internacional a reiterar que un pilar de nuestra humanidad compartida se basa en la protección de los niños atrapados en conflictos que ellos de ninguna manera contribuyeron a crear.
“Debemos exigir un liderazgo capaz de tomar medidas decisivas para prevenir y prevenir los ataques y la violencia contra los niños que viven en zonas de guerra”, enfatizó UNICEF.
Destacó que, en las zonas devastadas por el conflicto, todas las partes en conflicto deben cumplir con sus responsabilidades de proteger a los niños, detener los ataques que matan o dañan a los niños, destruyen sus hogares, hospitales y otras infraestructuras y los privan de servicios esenciales.
Hizo un llamado a los actores en conflicto para que pongan fin a los secuestros, la violencia sexual y el reclutamiento de menores durante el conflicto.
UNICEF insta a las partes en conflicto a que siempre permitan a los niños un acceso seguro a servicios de protección y suministros esenciales, incluida la adopción de medidas para prevenir y poner fin a los ataques contra los trabajadores humanitarios.
Las comunidades en zonas afectadas por conflictos deben ayudar a crear un entorno protector para todos los niños.
Hizo un llamado a los gobiernos de las partes en conflicto a aprovechar ese poder para garantizar la protección de los menores de acuerdo con el derecho internacional.
Los gobiernos y otras organizaciones que apoyan a las partes en conflicto deben garantizar que toda la asistencia proporcionada cumpla con los requisitos legales nacionales e internacionales.