Al menos 31 mujeres fueron ejecutadas en Irán en 2024, según Iran Human Rights, un récord desde que la ONG comenzó a documentar las solicitudes de pena de muerte en la República Islámica en 2008.
El IHR, con sede en Noruega, contabilizó un total de 241 mujeres ejecutadas entre 2010 y 2024, 114 de ellas por asesinato y 107 por delitos relacionados con drogas.
“Muchas mujeres condenadas a muerte por asesinato fueron víctimas de violencia doméstica o abuso sexual y actuaron por desesperación”, afirmó la ONG.
La ley de retribución, aplicable en Irán y conocida como Qisas, estipula que un asesinato debe “pagarse” con la pérdida de la vida de otra persona, a menos que la familia de la víctima perdone o acepte una compensación.
IHR cita el caso de Zahra Ismaili, quien fue obligada a casarse con su vecino, un funcionario del Ministerio de Inteligencia, quien la violó y la dejó embarazada. La mujer fue acusada de matar a su marido en 2007, quien fue violento con ella y sus hijos.
Ismaili sufrió un ataque cardíaco después de ver cómo ejecutaban a un grupo de hombres frente a él, dijo su abogado. El IHR señaló que las autoridades colgaron su cuerpo sin vida tras su muerte.
Otro caso infame fue la ejecución en 2014 de Rehaneh Jabbari, de 26 años, condenada por asesinar a un exagente de inteligencia que, según ella, intentó abusar sexualmente de ella. Su caso fue objeto del documental “Siete inviernos en Teherán” presentado en el Festival de Cine de Berlín en 2023.
Los defensores de los derechos humanos están preocupados por el creciente número de ejecuciones en Irán y sospechan que las autoridades están utilizando la pena de muerte para infundir miedo en la sociedad, especialmente después de las protestas de 2022-2023.