Decenas de personas han muerto después de que un potente terremoto de magnitud 6,8 sacudiera la región china del Tíbet el martes. La agencia china Xinhua informó que al menos 100 personas murieron y otras 130 resultaron heridas.
El terremoto se sintió en el condado de Tingri, en la ciudad de Jigaje, así como en partes de India, Bután y Nepal. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) indicó que la magnitud del terremoto fue de 7,1.
Más de 1.000 casas han resultado dañadas en diversos grados. En las redes sociales se compartieron imágenes de la devastación causada por el terremoto.
Tras el desastre, la Administración de Terremotos de China puso en marcha un servicio de emergencia y envió un equipo de trabajo al lugar para ayudar con las labores de socorro. Más de 1.500 bomberos y rescatistas locales fueron enviados a la zona.
El presidente chino, Xi Jinping, ha ordenado duplicar los esfuerzos de rescate para salvar vidas y reducir el número de muertos, así como aumentar las formas de atender a los heridos. Pidió prevención secundaria de desastres, rehabilitación adecuada de los residentes afectados y gestión eficaz de las obras de seguimiento.
“Es esencial fortalecer el monitoreo y la alerta temprana de terremotos, asignar suministros de rescate de emergencia, acelerar las reparaciones de la infraestructura dañada, garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de los residentes y garantizar inviernos seguros y cálidos para todos”. el líder