La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lanzó este viernes el programa 'Sí al desarme, sí a la paz', con el que el Gobierno intercambiará armas de los ciudadanos por dinero en efectivo y juguetes de guerra infantiles por otros que no hagan referencia a la violencia.
“El programa implica, sin investigar a nadie, la entrega de armas si se encuentran en casa, a cambio de recursos económicos y la destrucción de armas. Ese es el objetivo de este programa, no tenemos armas en nuestro país”, declaró el presidente al principio.
El mandatario mexicano enmarcó este plan en su nueva estrategia de seguridad de cuatro ejes: atención a las causas de la violencia, integración de la Guardia Nacional, uso de inteligencia contra el crimen y coordinación entre autoridades federales y estatales.
El gabinete de seguridad aseguró este jueves que en el primer trimestre de la administración de Sheinbaum en México hubo una disminución de 16.3%, con un promedio de 72.8 víctimas diarias en diciembre, lo mismo que el mes pasado durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (2018- 2024).
El presidente afirmó que su objetivo es “ninguna familia con un arma” en México, donde cada año entran 200.000 armas a Estados Unidos, origen de casi las tres cuartas partes, el 74%, incautadas por las autoridades mexicanas, según el Gobierno. Basado en un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Las autoridades realizarán talleres con las iglesias católica y evangélica, así como de otras religiones, en brigadas “calle a calle” y “casa a casa”, dijo Rosa Isela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), encargada de la planificación.
El secretario prometió a los ciudadanos que “nadie preguntará sobre el origen de sus armas, no se sigue ninguna investigación y es completamente anónima”.
La estrategia de desarme representa un compromiso entre Sheinbaum y la Iglesia católica, que se enfrentaron durante la campaña electoral por diferencias en la valoración de la violencia en el país, que acumuló un récord de más de 196.000 asesinatos durante el sexenio de López Obrador.