El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tiene hoy en su expediente una condena penal, la primera en la historia del país, aunque el juez Juan Marchán no lo sentenció.
La sentencia anunciada por el juez Juan Marchán fue la de “libertad incondicional” -una sentencia inusual- por 34 cargos de delitos graves en los que Trump se declaró culpable en mayo de falsificar registros comerciales para encubrir pagos que silenciaron un presunto escándalo sexual con una ex estrella del porno. La actriz de cine Stormy Daniels.
El fallo consolidó la condena de Trump, pero también le dejó un camino claro para regresar a la Casa Blanca sin la amenaza de penas de prisión o multas sobre su cabeza.
Marchan explicó que, al enfrentarse a cualquier otro acusado, consideró la totalidad de los factores agravantes antes de imponer una sentencia, pero que Trump, como presidente, tendría protecciones legales “por encima de todas las demás”.
Lo que deja claro es que “a pesar de la extraordinaria amplitud de estas protecciones, un poder que no otorgan es el de revocar el veredicto de un jurado (que lo declaró culpable por unanimidad)”.
Así terminó el único caso penal en el que el republicano sobrevivió a diversas complicaciones legales durante su campaña electoral y que lo pusieron en el centro de la atención por convertirse en el único expresidente y candidato presidencial en la historia nacional que compareció ante los tribunales como acusado.
Resulta que Marchan optó por evitar algunas cuestiones constitucionales, pero se aseguró de que Trump sería la primera persona condenada por un delito grave en convertirse en presidente de los Estados Unidos.
La sentencia no requirió que el acusado estuviera presente en el tribunal, y en esta ocasión escuchó el veredicto a través de videoconferencia desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida.
En un breve discurso insistió en su inocencia e insistió en que todo fue “una caza de brujas política” que sirvió para arruinar su reputación y perder las elecciones “y, obviamente, no funcionó”, insistió.
En 2016, Trump utilizó a su entonces tapadera, el abogado Michael Cohen, quien se convirtió en un feroz crítico, para arreglar que Daniels pagara 130.000 dólares hasta que ella hablara sobre un presunto romance con el magnate de Nueva York en 2006. Su reputación quedó empañada cuando se encontraba inmerso en su primera campaña presidencial.
En 2024, a pesar de todo, Donald Trump ganó las elecciones del 5 de noviembre, sepultando el criterio que en un momento había sacudido su carrera política.