El gobierno estadounidense sacó este martes a Cuba de la lista de estados que dice patrocinar el terrorismo, medida que Washington mantenía desde el 12 de enero de 2021, cuando fue firmada por el entonces presidente Donald Trump.
El certificado que retira la designación de Cuba de dicha lista fue firmado por el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y difundido por la Casa Blanca “de conformidad con la constitución y las leyes” del país norteamericano.
Según el certificado, “el Gobierno de Cuba no ha brindado asistencia alguna al terrorismo internacional durante los seis meses anteriores”; Y además, La Habana “brindó garantías de que no apoyará el terrorismo internacional en el futuro”, dice parte del documento.
Mientras tanto, la Casa Blanca dijo que Biden ha informado al Congreso de su país del envío de una propuesta “para revocar la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo”. Horas antes de que se anunciara la medida, la AP anunció que la administración Biden tomaría medidas este martes.
Sin embargo, el medio advirtió que la medida podría ser desechada luego de que Donald Trump asuma el cargo el 20 de enero, ya que su secretario de Estado será Marco Rubio, un político radical que se opone al gobierno cubano y promueve sanciones contra la isla.
Respuesta: “En la dirección correcta”
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, confirmó que “es una decisión en la dirección correcta, aunque tardía y con oportunidades limitadas”.
“El embargo y las medidas más extremas que se han implementado desde 2017 para asfixiar la economía cubana y crear déficits para nuestro pueblo”, afirmó.
Por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló que La Habana “no debe formar parte de la lista arbitraria de Estados que patrocinan el terrorismo”.
En diciembre de 2024, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó un informe en el que enumeraba a Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria como países cuyos gobiernos han “brindado apoyo repetidamente al terrorismo internacional” y, como tales, justificaba una “ampliación del mismo”. Se deben aplicar sanciones, como prohibiciones a las exportaciones y ventas de armas, restricciones a la ayuda exterior estadounidense y la imposición de diversas restricciones financieras.