La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, dijo en entrevista con RT que el “proceso político electoral” que próximamente se celebrará en Ecuador está “en riesgo”, porque su país vive actualmente bajo un régimen golpista. .
“El orden constitucional del Ecuador se ha roto. Estamos ante un golpe de Estado”, afirmó Abad, quien también dejó entrever el grave problema de inseguridad que enfrenta la nación andina.
Por ello, se pregunta cómo una madre puede enviar a sus hijos a la universidad sin estar segura de si regresarán. “Estos niños que fueron a jugar al fútbol no regresaron a casa”, dijo, en referencia a los cuatro menores encontrados muertos en la provincia de Guayas.
Asimismo, Abad aseguró que el Tribunal Constitucional está “medio dormido”. “Los ecuatorianos estamos viviendo uno de los peores momentos de la democracia. Por eso he pedido activar la carta democrática. Si las instituciones no nos sirven, las fuerzas armadas y la policía no nos sirven (…) ¿entonces qué pasará con nuestro proceso electoral?”, preguntó.
“Las elecciones en Ecuador están en riesgo por algunas instituciones que no garantizan la constitución”, reiteró.
Mujeres “usadas”
La funcionaria declaró que existe un doble rasero en cuanto a la inclusión de las mujeres en las actividades políticas, ya que el gobierno de Noboa no las considera a la hora de tomar decisiones.
“Ecuador es un referente en estos momentos que no se debe hacer. La representación de las mujeres es un ejemplo de abuso, porque nos utilizan para llenar cupos políticos, pero en el momento en que tenemos que sentarnos a tomar una decisión con un grupo de trabajo, nos lo impiden”, remarcó.
Abad destacó que no comparte la visión del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, sobre la lucha contra el crimen organizado. “Siempre he sido una mujer que busca el diálogo y la paz”, destacó.
También habló sobre su controvertida medida en Israel. “Cuando comienza la persecución [Noboa] Me exilia a Israel. No lo hace por interés y amor al Ecuador. De hecho, planeó dejarme fuera”, comentó.
El político recordó que su hijo fue “acusado de presunto tráfico de influencias y enviado a prisión”, por lo que consideró inminente la necesidad de “reformar urgentemente el sistema de justicia”.