Una gran preocupación de la comunidad sanitaria venezolana es la falta de datos y medidas preventivas transparentes contra epidemias y virus en el país o posibles brotes futuros. Por segunda vez en menos de tres meses, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica en las Américas y el Caribe por un aumento de casos de dengue en lo que va de 2023.
Desde el 14 de septiembre, se han notificado infecciones y muertes por el virus Nipah (NiV) en la India. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido a la comunidad internacional que mantenga un enfoque especial en los planes prioritarios de investigación de enfermedades con potencial de causar epidemias.
“Hasta el momento no tenemos registro de ningún caso de Nipah en Venezuela. Quizás en algún momento surgió alguna sospecha de personas que viajaron hasta aquí desde allá y presentaron encefalitis, pero hay gérmenes o virus que pueden causar encefalitis frecuentemente en Venezuela. Sin embargo, hay que recordar esto porque el período de incubación se dice que es de dos a cinco semanas, pero se puede extender a 45 días”, dijo en entrevista Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI). Radio Unión.
El médico infectólogo reiteró que el virus Nipah es un patógeno “relativamente nuevo y emergente”. El patógeno fue identificado por primera vez en Malasia en 1999. Sin embargo, casi todos los años se han notificado infecciones por NiV en los países del Sudeste Asiático. En India, los medios internacionales identificaron este como el cuarto brote en menos de cinco años.
India ha informado hasta ahora de dos muertes y cientos de casos. Las autoridades han declarado el estado de emergencia para detener la propagación.
Debido a la creciente frecuencia de los brotes, la OMS incluyó el virus Nipah en noviembre de 2022 en la lista de patógenos con potencial pandémico, junto con el Zika, el Ébola y el Covid-19.
Descripción del virus Nipah
“El virus Nipah pertenece a la familia de los paramixovirus, al igual que el sarampión. Cada año se producen brotes, especialmente en Bangladesh. Con el tiempo, se detectaron cada vez menos casos, y ahora la OMS está iniciando investigaciones más detalladas al respecto porque tiene una alta tasa de mortalidad, que puede llegar hasta el 90%”, explica Valenzuela.
El riesgo emitido por la OMS tiene un objetivo claro: todavía no existe un tratamiento ni una vacuna específica para el VNi que ayude a frenar su propagación.
El patógeno es de origen zoonótico, es decir, su contagio se produce mediante la interacción con un animal infectado. En el caso del NiV, la mayoría de los brotes provienen de murciélagos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. advierten que la infección humana puede ocurrir al comer frutas o alimentos que hayan estado en contacto con un animal infectado, o a través de secreciones de animales o del contacto con una persona infectada. .
“Los cerdos también enferman y no está claro cómo los murciélagos infectan a los cerdos, pero se cree que es lo mismo: el alimento que consumen está contaminado con el virus y luego infecta a los humanos que manipulan a los cerdos”, agregó el director del SIV. “Desde 2018 se ha desarrollado un posible fármaco o vacuna, pero se encuentran en las primeras etapas y no han progresado a la fase de prueba en humanos”.
Síntomas y posibilidades de una epidemia.
Según los CDC, los síntomas pueden ser leves o estar ausentes. Los pacientes suelen presentar fiebre, dolores musculares, vómitos y dolor de garganta. Pero el NiV se diferencia de otras infecciones porque los pacientes aún pueden sufrir convulsiones después de la infección.
“Los síntomas pueden ser subclínicos, sin síntomas evidentes en el caso de Covid-19 o sarampión, puede presentarse con síntomas inespecíficos como inquietud general y debilidad. Pero hay presentaciones más graves, como infección respiratoria aguda con dificultad respiratoria. o fracaso, o progresión a encefalitis, que está claramente descrita desde 1999. Es inflamación del cerebro, convulsiones y un estado alterado de conciencia lo que lleva a la persona al coma o la muerte”, agregó Valenzuela.
El director del SIV afirmó que el riesgo de transmisión global del virus es bajo mientras la transmisión humana no sea efectiva y frecuente. Pero advierte que las zonas a lo largo de corredores ecológicos, donde la deforestación y el cambio climático son evidentes, son más vulnerables a este tipo de enfermedades.
“El llamado de la Organización Mundial de la Salud para una mayor vigilancia de Nipah no es que pueda haber una pandemia global o el riesgo de una pandemia, lo cual no es realmente posible, debido a las características de transmisión del virus y la transmisión de persona a persona de el virus que requeriría una transmisión efectiva para que este potencial pandémico se materialice. No se considera en este caso, pero hay que estudiarlo a medida que resurjan casos”, advirtió.
La opacidad de Venezuela ante otras epidemias
Una gran preocupación de la comunidad sanitaria venezolana es la falta de datos y medidas preventivas transparentes ante epidemias o posibles brotes futuros en el país. Por segunda vez en menos de tres meses, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica en las Américas y el Caribe por un aumento de casos de dengue en lo que va de 2023.
Por ahora, 2023 es el tercer año con mayor número de casos, superado sólo por 2016 y 2019. Pero el Estado venezolano no publica un boletín epidemiológico desde octubre de 2022, y antes de ese documento hubo un largo silencio con las estadísticas sanitarias de 2016.
De igual forma, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría instó a las autoridades a garantizar la vacunación contra el sarampión, además de informar a la ciudadanía sobre la necesidad de vacunar a niñas y niños pequeños debido a la baja cobertura de vacunación en Venezuela.
En un comunicado publicado el 14 de febrero, la sociedad destacó que la prevalencia de sarampión y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación en la región se encontraba en su nivel más alto en los últimos 30 años, con una cobertura de vacunación del 68% para la primera dosis y del 37% para la segunda. segunda dosis de la vacuna, según estadísticas publicadas por la OPS.
Esto convierte a Venezuela en un país altamente vulnerable a otras epidemias como la Covid-19.
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