con una pala

Miguel Cabrera se sentó en una silla gris junto a sus dos casilleros en el clubhouse de los Detroit Tigers mientras entraba a la última semana de su carrera para dar algunas órdenes para empacar todas sus pertenencias.
Por Larry Lage/AP
El único ganador de la Triple Corona de bateo de las Grandes Ligas desde 1967 guarda docenas de zapatos de béisbol y guantes de bateo en una caja a sus pies. Cabrera colocó un puñado de sus pelotas características en una bolsa de plástico y las guardó todas en una bolsa de tela.
La botella de vino que los Oakland Athletics cubrieron con un plástico de burbujas será enviada a su residencia en Miami la semana pasada junto con sus efectos personales.
¿Dónde poner todo? “No tengo idea”, dijo el toletero de 40 años riendo y encogiéndose de hombros. Para Cabrera –y para los fanáticos del béisbol– hay muchas cosas que deberían verse confirmadas por la carrera de uno de los más grandes bateadores de la historia.
La carrera de Cabrera terminará el domingo por la tarde contra Cleveland en Comerica Park, donde un lleno total, incluidos más de 1,000 fanáticos que compraron boletos para ver el juego, le brindarán una gran ovación.
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