Por María Laura García
Imagino que muchos de vosotros habéis oído de alguien el término ikigai, junto con “resiliencia”, “empoderamiento” y “retraso”, así que espero que lo interioricéis para sacarle el máximo partido a vuestra salud mental, vayamos a ello primero. . Una fobia, como me pasó a mí, si no la tienes, se debe al uso abusivo y excesivo de esas 3 palabras.
La palabra japonesa ikigai se ha extendido por todo el mundo y significa la fórmula para una vida larga y feliz en esta cultura, especialmente en aquellas regiones del planeta donde las personas pueden vivir mucho tiempo y superar los 100 años de vida. .
Ikigai se compone de dos raíces: iki, que significa vida, y gai, que significa valor o mérito. Este último se deriva de la palabra kai, que significa “caparazón” en japonés, y que se consideraba muy valiosa en el pasado. Ambas palabras tienen el significado: “valor de la vida”.
Para los japoneses, el ikigai representa la “razón de vivir” o el “propósito de la vida”, pero el enfoque cotidiano, es decir, lo que nos hace levantarnos cada mañana y que en definitiva nos lleva a experimentar esos pequeños placeres cotidianos, no es más que felicidad. .
Si me preguntas, ikigai es todo lo que nos motiva cada día, es decir, los valores que dan sentido a nuestra existencia. Es “eso” en el sentido de que al hacer esto logra abstraernos de lo que nos preocupa y preocupa, porque realmente nos gusta, así que si eso es por lo que nos pagan, eso es lo que haremos. Sin recibir remuneración alguna. Por ejemplo, esto me pasa cuando voy a la radio y entrevisto a alguien, porque al hacerlo siempre aprendo algo o consigo el cariño y aprecio de muchos. También me pasa cuando escribo para ustedes cada semana, porque cuando me siento a escribir aprendo sobre mí y la introspección que amerita enseñar o compartir mis experiencias de vida y mi práctica profesional.
Amigos importantes, el Ikigai no tiene que ver con si tenéis mucho o poco dinero o fama, sino con la madurez mental y espiritual para saber identificar lo que os hace sentir realizados. Es lo que te hace sentir genial e incluso satisfecho mientras lo haces. Hay personas cuyo ikigai es servir a los demás, eso les inspira. Pero imagina que hacer lo que amas le hace bien a los demás, ya sea un clímax o incluso un orgasmo emocional. Y observo, una cosa no tiene nada que ver con la otra, tu ikigai no necesariamente debe servir a los demás.
Según los japoneses, todas las personas tienen ikigai. Algunos ya lo han encontrado y lo viven cada día, mientras que otros aún no lo han descubierto. Descubrir el Ikigai puede llevar mucho tiempo y repito requiere una gran introspección que puede incluso significar que tengas que repensar tu vida para encontrarle sentido, motivación y felicidad. No deberías dudar ni un minuto de que el secreto para vivir muchos años sanos y felices es vivir el ikigai. Y si no, pregúntate: ¿por qué hay tanta gente “exitosa”, con fama y hasta con mucho dinero, que se suicida?
La actividad cuenta…
Mantener una vida activa, en el hogar, en el trabajo e incluso desde una perspectiva social y colectiva, está muy relacionado con el ikigai.
Las personas mayores se mantienen activas e incluso se dedican a su trabajo mientras su salud lo permite, proporcionándoles mucho bienestar porque se sienten útiles.
Relacionarse con otros y establecer redes de apoyo, es decir, vivir en comunidad, también es parte del proceso que implica tener un propósito o motivación. Aquellos que encuentran significado en transmitir su experiencia y conocimiento a la generación más joven logran un gran propósito en la vida, ya que se trascienden a sí mismos, sirven a su entorno y a la humanidad. Un ejemplo son los pequeños grupos de vecinos que comparten intereses comunes y se ayudan mutuamente.
¿Qué deberías preguntarte?
Las cosas que haces cada día te dan tranquilidad y puedes y quieres mantenerlas por el resto de tu vida. Será el punto de partida para buscar el sentido de tu existencia y encontrar la motivación para vivir feliz.
Me atrevo a añadir que probablemente tu ikigai no tenga nada que ver con tus ingresos. “De hecho, en una encuesta realizada en 2010 entre 2.000 hombres y mujeres en Japón, sólo el 31% de los participantes consideraba que su trabajo era su ikigai”. Para algunos el trabajo puede ser muy importante, pero su vida no se limita a él. Los japoneses creen que la suma de los pequeños placeres diarios da como resultado una vida plena.
¿La clave de la longevidad?
En Japón “las personas mayores son celebradas y se sienten obligadas a transmitir sus conocimientos a las generaciones más jóvenes, por lo que llevan su vejez con “motivación”, con un propósito en la vida más allá de ellos mismos, servir a sus seres queridos. Ikigai es “el propósito de la acción”.
Quizás tu ikigai sea salir, bailar y cantar con tus amigos, pero para otras personas puede ser un trabajo en sí mismo. Hay quienes viven vidas inspiradas de servicio a los demás, reciben agradecimiento y son respetados por sus pares; Otros que sienten que su trabajo marca una diferencia en la vida de las personas.
Así, en lugar de luchar contra el hambre en el mundo, puedes empezar ayudando a una ONG cuyo radio de acción sea cercano al tuyo. Encuentra algo por lo que valga la pena vivir, algo que te ayude a despertar cada mañana con ilusión, algo que te haga sentir realizado porque te permite concentrarte, concentrarte y concentrarte al cien por cien, es decir, algo que te apasione. Te sientes cómodo, algo que te resulta natural, fácil, que te distrae o te relaja.
Esto te permitirá reducir tu ansiedad, preocupación, malestar o incluso tu irritación. Es más, te apasiona tanto que te hace sentir como un juego de niños.
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