El pasado lunes 6 de noviembre, los venezolanos que murieron en el incendio del campamento de Coronel en la región del Biobío en Chile vivían en condiciones precarias.
Testimonios recogidos por diversos medios muestran que los inmigrantes criollos y sus vecinos sólo contaban con algunos servicios básicos donde vivían.
En total murieron 14 venezolanos. Ocho niños y seis adultos. Debido al mal estado de la carretera, los bomberos tardaron más en acudir en ayuda de la población.
Según uno de los vecinos del campamento del Biobío, en el lugar viven unas 250 familias, en su mayoría venezolanos, colombianos, haitianos y algunos chilenos.
José Gregorio Menguel, migrante venezolano que habló con Medios Biobiochil, indicó que aunque ahora llega agua y electricidad a la zona, no hay alumbrado público ni grifos en las calles del campamento.
Mientras tanto, un residente de la zona informó que la casa que se quemó “para empezar, no tenía ventanas” y dijo que tenía la sensación de que algo así iba a suceder en algún momento.
Venezolanos en campamento de Coronel aseguran que viven en pésimas condiciones
Un residente venezolano de Coronel Camp dijo que teme que vuelva a ocurrir otra tragedia como la del lunes. “Somos propensos a sufrir otra desgracia. A los bomberos les resultó difícil llegar al lugar. Ahora estamos esperando que arreglen nuestras carreteras porque no podemos quedarnos en esta situación”.
Este testimonio, compartido con el medio Biobiochile, coincide con lo contado por otros inmigrantes venezolanos en la zona.
Menguel aseguró que los venezolanos muertos solo llevaban dos meses en el campamento. “Eran recién llegados, incluso uno de los niños quemados estudiaba con mi hija. Mi esposa está muy molesta en este momento, pero bueno, están pasando estas cosas… esa es la realidad de vivir aquí”, dijo.
El inmigrante explicó que en Coronel la gente se ayuda y por eso vive mucha gente en la misma casa.
Las autoridades chilenas han anunciado que están trabajando para mejorar las condiciones en los campamentos, pero también para que los migrantes puedan obtener mejor información sobre sus derechos y perspectivas en suelo chileno.
El propio presidente del país, Gabriel Boric, ha lamentado la situación y ha mostrado sorpresa por el trato dado a los migrantes venezolanos en Chile.
El jefe comunal de Biobío, Boris Chamorro, dijo que trabajará en un registro de extranjeros en la región y su situación migratoria. Se espera que esto pueda ayudar a mejorar las condiciones de los inmigrantes que viven en los campos.
Mientras tanto, se sabe que pueden pasar tres semanas hasta que los cuerpos de las víctimas regresen al país. También se supo que la mayoría de los inmigrantes muertos procedían del estado de Táchira.