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El fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, amenazó este jueves con demandar a cualquier médico u hospital implicado en un aborto de emergencia a una mujer embarazada de 20 semanas a la que un tribunal permitió realizar el aborto por motivos médicos.
Horas después de que un juez dictaminara que el caso de Kate Cox entraba dentro de una excepción permitida por la estricta ley de aborto de Texas, Paxton dijo en una carta que el fallo no protegía a los médicos de ser procesados.
La oficina del fiscal general de Texas se opuso a la solicitud de Cox, de 31 años, de interrumpir su embarazo. La mujer tuvo que acudir a los tribunales argumentando que, aunque ella y su marido deseaban desesperadamente tener un bebé, sus médicos le habían advertido que no era viable y que suponía un riesgo para la salud y la fertilidad de la madre.
En una audiencia de emergencia celebrada el jueves por la mañana, la jueza del condado de Travis, Maya Guerra Gamble, opinó que el caso de Cox se encuentra dentro de las excepciones permitidas por la ley.
Se supone que la orden del magistrado protege al médico que realiza el aborto y a cualquier otra parte involucrada en el procedimiento.
Sin embargo, Paxton dijo que la orden del juez “no eximirá a los hospitales, médicos ni a nadie más de responsabilidad civil y penal por violar las leyes de aborto de Texas”.
Los fiscales enviaron una carta a tres hospitales de Houston donde la doctora de Cox, Damla Karsan, podía realizar abortos.
Paxton dijo que es importante que las instituciones y los médicos comprendan las “implicaciones a largo plazo” si permiten el procedimiento.
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