Un niño venezolano, de apenas siete años, sufrió graves quemaduras y daños emocionales cuando su madre descubrió que el padre y la tía del pequeño lo utilizaban para rituales satánicos.
El menor vivió un calvario durante meses al quedar al cuidado de sus desalmados familiares. La razón es que la madre del niño, Katiuska Corihuela, tuvo que emigrar a Ecuador en busca de una vida mejor para su familia.
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Según un reportaje de Univisión, que no proporcionó detalles de la ciudad donde ocurrió el hecho, el niño describió las horribles torturas que sufrió. “Me arrojaron tierra, azufre y lápidas del cementerio. También me dieron brandy”.
En ese sentido, Miguel admite que intentó contarle a su madre todo lo que estaba pasando. Pero lo amenazaron.
La abuela del niño, María Carmona, describió a su nieto completamente quemado, hinchado y con un ojo cerrado. Asimismo, presenta un cuadro matizado de deshidratación y desnutrición.
Prácticas de tres meses.
Miguel fue hospitalizado con quemaduras y corría riesgo de amputarle la mano. Luego de tres meses internado en un hospital, fue dado de alta y regresó a su casa, donde cuenta con el apoyo de su familia en sus esfuerzos por retomar una vida normal.
En cuanto al padre, se informa que fue capturado por las autoridades. Tras la investigación, se reveló que el hombre abusó de Miguel como resultado de un ritual satánico que realizaba con su hermana, tía de la víctima.
La madre de Miguel, mientras tanto, busca ayuda económica para pagar el tratamiento del joven: Línea de ayuda IMPACT al 011 51917 050 441 o 305 4714219.