Una comunidad rural cerca de Pirenópolis, Brasil, quedó conmocionada al descubrir los restos de un ex policía de 53 años que murió dentro de su casa y fue devorado por sus propios perros tras quedarse sin comida.
El fallecido respondió como Clédio Vilela Cardoso. Un grupo de amigos encontró sus huesos el 21 de abril cuando ya no lo vieron en la habitual misa dominical. Ante su ausencia, sus allegados empiezan a preocuparse.
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Los agentes policiales revelaron que el expolicía estaba de luto ya que un miembro de su familia falleció recientemente. “Vivía solo en una finca alejada de la ciudad, aislada y de difícil acceso”, dijo el jefe de policía Tiberio Martins.
Una vez allanado, las autoridades inicialmente creyeron que el hombre había muerto de una “enfermedad repentina”. Por lo que se descartó un posible homicidio porque no se sustrajeron pertenencias y no hubo signos de sangre ni violencia. Asimismo, los restos del exfuncionario fueron encontrados en el patio de su domicilio, junto a una mesa y una silla caídas.
El cuerpo sin vida de Cardoso llevaba casi dos semanas afuera de la casa. Los perros no tuvieron más remedio que comérselo porque hacía mucho tiempo que no comían. “Tal vez los perros se comieron el cuerpo hambriento”, afirmó Martin.
Se esperan resultados de la autopsia
Por ahora, los investigadores esperan los resultados de una autopsia para determinar si el expolicía sufrió alguna lesión o algo que dé pie a otra teoría. “Los tejidos del cuerpo ya no pueden ser analizados. Pero la policía aún puede examinar los huesos para ver si hay fracturas o signos de violencia externa. “Si hay pruebas de la acción de un tercero, se llevará a cabo una investigación. para determinar este hecho en detalle.”
Familiares y amigos de Cardoso detallaron que vivía solo en una finca, informó TN. Asimismo, lo vieron con vida por última vez el 8 de abril. Sin embargo, la última vez que estuvo en línea a través de WhatsApp fue alrededor de las 7:00 p.m. del 10 de abril. Por lo que se supone que murió esa noche.
El exoficial perdió a su hijo en 2019 y después “su salud mental no fue muy buena”, según sus allegados.