
“Ahora tengo esperanza: abrir el camino para estar allí Elecciones creíbles en Venezuela“, dijo a DW Leopoldo López Gil, eurodiputado español que ha dirigido varias misiones de observación electoral (MOE) de la Unión Europea (UE) en los últimos cinco años.
Significa Inscripción del antagonista Edmundo González UrrutiaComo candidato de la antichavista Plataforma Unitaria Democrática (PUD) para las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Sin embargo, “Antes de decidir enviar una MOE a Venezuela debemos preguntarnos si vamos a tener libertad de observación.“Si logramos revisar el registro electoral”, resaltó.
Poco antes de finalizar esta legislatura (2019-2024), López Gil advirtió a las autoridades europeas que no pretendieran celebrar unas elecciones que serían “caras”, inútiles.
La inhabilitación de líderes opositores, su persecución judicial y algunas desapariciones precedieron a esa opinión y fueron el fin de muchas resoluciones del Parlamento Europeo sobre Venezuela, por este orden.
¿Qué pasó con las recomendaciones de 2021?
Según fuentes oficiales, el La Unión Europea continúa sus esfuerzos por una solución pacífica a la crisis venezolana. Las elecciones presidenciales de 2024 y las elecciones legislativas de 2025 se consideran una parte clave de esa solución.
En este contexto, hubo una postura, al principio muy criticada, de enviar al Ministerio de Educación a las elecciones regionales de 2021.
Después de tres años, se espera que A Misión selectiva exploratoria Envíe su informe para determinar si una observación europea sería útil, conveniente y factible.
Después de esta evaluación, dijeron fuentes europeas, la diplomacia y el Parlamento Europeo decidirán si envían su equipo de observación.
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Según el procedimiento de la MOE europea, los observadores deben Llegar unas semanas antes y permanecer en el país hasta el día de las elecciones.. A pocas horas del día de las elecciones se presenta un informe preliminar y posteriormente un informe final con recomendaciones para mejorar el sistema electoral del país.
La UE fue invitada en febrero de este año a observar las elecciones presidenciales en Venezuela en 2024, así como fue invitada a observar las elecciones regionales en 2021.
“No debemos olvidar que el régimen de Nicolás Maduro aún no ha recibido oficialmente el informe 2021 y por tanto, ninguna de esas 21 recomendaciones ha sido implementada”, recuerda Leopoldo López Gil. “Sin embargo, algunos fueron aceptados por la oposición como base para las negociaciones en Barbados”, añadió.
Voto y devolución en el extranjero
Una de esas recomendaciones fue Mejorar el registro electoral Permite a los venezolanos en el exterior ejercer el derecho al voto.
Aunque el Consejo Nacional Electoral dice que el subregistro es inferior al 3,4 por ciento de los ciudadanos (unas 745.000 personas), organizaciones de la sociedad civil han cifrado la cifra entre dos y treinta millones dentro del país.
Y a esto había que sumarle los venezolanos en el exterior: mientras en el registro oficial figuraban 107.967 electores fuera del país, organismos internacionales estiman la cifra en más de seis millones.
“Aunque han instalado equipos para registrarse electrónicamente, ¿cuántos ciudadanos que intentaron registrarse en el consulado han quedado excluidos? En Madrid, más de la mitad no pudo registrarse; En Barcelona lo mismo”, afirmó Leopoldo López Gil, un venezolano nacionalizado en España.
¿Él mismo, el padre del opositor venezolano Leopoldo López, irá a las urnas? Tu respuesta es negativa. “No puedo, me faltan muchos documentos necesarios para registrarme. Salí de Venezuela con el DNI y el pasaporte vencidos”, detalló.
Ambos documentos, así como el certificado de registro y la matrícula consular, son necesarios para poder registrarse para votar en el extranjero. “Además, en las últimas seis elecciones que estuve en Venezuela me dieron por muerto. No hay manera de revivirme electoralmente, soy un fantasma”, comentó el eurodiputado fallecido.
Así, pese a ver la puerta a la esperanza de unas elecciones creíbles, López Gil advierte:
“Si hay elecciones limpias y verificables, ganará la oposición. Pero a partir de ahí el plazo para el cambio de mando es de seis meses. Y quizás lo mismo esté a punto de suceder en Guatemala, donde -a pesar de unas elecciones transparentes- hubo que aplicar mucha presión internacional para lograr la transferencia del poder.
(RML)