El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, envió hoy al Congreso un proyecto de decreto legislativo que establece el estado de emergencia en el estado de Rio Grande do Sul, donde hasta la fecha se han registrado 85 muertes.
Uno de esos planes, que se extenderá hasta diciembre de 2024, eliminará los límites de gasto sobre los recursos asignados a la reconstrucción de los departamentos regionales afectados por lluvias e inundaciones a partir del 29 de abril.
De hecho, el gobierno busca la aprobación del parlamento para transferir activos a áreas afectadas por las lluvias sin adherirse a las normas financieras definidas por el nuevo marco aprobado en 2023.
A partir de 2021, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, la administración federal podrá solicitar el estado de calamidad pública presupuestada con el objetivo de adoptar una medida extraordinaria de ingresos para hacer frente a los gastos en caso de tragedias y crisis de salud pública.
“Todavía no tenemos una estimación de lo que se necesitará”, dijo la ministra de Planificación, Simone Tebbet, quien afirmó que “una vez que el agua retroceda veremos un enorme nivel de daños en el estado”.
Para ser válido, el proyecto debe ser aprobado por la Cámara de Diputados y el Senado Federal.
Atención prioritaria
También ese día, el gobierno anunció la liberación inmediata de 580 millones de reales (116 millones de dólares) en una enmienda parlamentaria separada con aplicación directa a los 448 municipios de Rio Grande do Sul.
Estas medidas tienen como objetivo mitigar los efectos de las inundaciones que han afectado a alrededor del 70 por ciento del estado.
Según el último boletín de la Defensa Civil del Estado, 134 personas fueron reportadas como desaparecidas y 339 heridas a causa de las lluvias, dejando a unos 201.500 vecinos fuera de sus hogares. En total, 47,6 mil permanecen en albergues y 153,8 mil están desplazados (están en casas de familiares o amigos).
385 de los 497 municipios de Rio Grande do Sul tienen algún reporte de problemas relacionados con el clima, afectando a un millón 178 mil personas.