Según el último informe de la Defensa Civil, las recientes inundaciones en el sur de Brasil han dejado hasta el momento 108 muertos, 136 desaparecidos y 374 heridos.
En Rio Grande do Sul, alrededor de 1,5 millones de personas resultaron afectadas y las fuertes lluvias causaron una devastación sin precedentes en la región.
Según la Confederación Nacional de Municipios, en total, 425 municipios a lo largo del Rio Grande do Sul resultaron afectados, algunos completamente sumergidos, con 6.200 edificios completamente destruidos.
Así, la Defensa Civil evacuó a unas 232 mil personas de sus hogares, llevándolas a albergues o a domicilio de familiares. Sin embargo, la población sigue aislada debido a los altos niveles de agua y la escasez de alimentos se está convirtiendo en un problema.
Las condiciones meteorológicas han obligado a suspender las labores de rescate en la capital regional, Porto Alegre, con algunas zonas inundadas y el principal aeropuerto cerrado al menos hasta finales de mes.
Lula anunció un paquete de ayuda millonario
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este jueves un paquete de ayuda de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) para el estado de Rio Grande do Sul, donde unas inundaciones sin precedentes ya han matado a 108 personas y provocado una destrucción masiva. región.
“Todo el país está sensible a ayudar a la gente lo antes posible”, anunció Lula en el acto, donde destacó que es “inmediato” afrontar la “tragedia” que afectó a 1,5 millones de personas y que dejó a 425 municipios parcialmente bajo control. . el agua
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, detalló las medidas propuestas en el parlamento, que incluyen medidas de apoyo directo, préstamos subsidiados para pequeñas y medianas empresas y apoyo a productores rurales, asalariados, desempleados y beneficiarios de planes sociales. .
El paquete también prevé exenciones fiscales o ampliación de plazos para el pago de impuestos, y recursos públicos para la “primera fase” de reconstrucción de las infraestructuras, especialmente los puentes y carreteras necesarios para reactivar la actividad económica en ese próspero estado del sur del país.
Haddad destacó que estos recursos no afectarán el cálculo de los resultados financieros del gobierno, que ya fueron aprobados por el Parlamento, que decidió sobre el asunto la semana pasada declarando a Rio Grande do Sul en “estado de desastre”.
También aclaró que se trata de un “primer paso” para los damnificados, que se complementará con otras medidas, “una vez que el agua retroceda” y se pueda obtener una “escala más realista” de los destrozos provocados por las lluvias.