El sistema de salud de Gaza está a horas del colapso después de que una ofensiva israelí bloqueara los envíos de combustible a través del principal cruce fronterizo, según información de las autoridades del enclave palestino.
“Estamos a horas del colapso del sistema de salud en la Franja de Gaza debido a la falta de combustible necesario para hospitales, ambulancias y vehículos de transporte de personal”, dijo el Ministerio de Salud palestino en un comunicado el lunes por la mañana.
El número de muertos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre ha llegado a 35.034 y 78.755 heridos en los continuos ataques de Israel.
En las últimas 24 horas, Israel ha llevado a cabo ocho ataques contra familias de Gaza, matando a un total de 63 personas e hiriendo a 114. Según las autoridades sanitarias, hay víctimas bajo los escombros y en las calles a las que no pueden llegar ni las ambulancias ni los equipos de protección civil.
Unicef hace un llamamiento por los niños de Gaza
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, dijo que a Gaza le quedaba combustible para “días, si no horas”, e instó a la comunidad internacional a facilitar la apertura de cruces para mantener la actividad humanitaria o “se perderá el tiempo perdido”.
En un comunicado, Russell subrayó que las actividades de Unicef y sus socios para ayudar a las familias “necesitan combustible” para transportar los bienes y el personal necesarios, y amenazó con detener todas las operaciones israelíes y los cruces fronterizos en la zona de Rafah. pista.”
“Hago un llamado urgente a las autoridades pertinentes para que brinden a los actores humanitarios medidas efectivas y garantías concretas para facilitar el movimiento seguro de envíos humanitarios hacia y entre la Franja de Gaza”, dijo el diplomático.
Señaló que las restantes infraestructuras esenciales y funcionales de Gaza dependen del combustible, incluidos hospitales y sistemas de purificación de agua, alcantarillado y recogida de residuos, y consideró la situación “desesperada”.
“Si los cruces de Kerem Shalom y Rafah no se reabren para el suministro de combustible y suministros humanitarios, las consecuencias se sentirán casi de inmediato: se cortarán los servicios de soporte vital para bebés prematuros, las familias y los niños se deshidratarán o beberán agua peligrosa. Desbordamientos y más “La enfermedad se extenderá”, predijo.