Las autoridades brasileñas han elevado a 158 el número de muertos por las devastadoras inundaciones que azotan el sur del país desde hace dos semanas, según el último balance de fallecidos publicado este domingo.
Según Defensa Civil, los equipos de rescate han identificado dos cadáveres en las últimas 24 horas en el estado de Rio Grande do Sul, el más afectado por la catástrofe climática, que ha dejado una estela de destrucción sin precedentes en esa parte del país. .
Todas las muertes se registraron en Rio Grande do Sul, excepto una en el vecino estado de Santa Catarina, que también se vio afectado por la tormenta, aunque en menor medida.
El número de desaparecidos se redujo a 88, seis menos que el sábado.
Inundaciones, lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra causaron estragos en 463 de los 497 municipios de Rio Grande do Sul, una importante región agrícola e industrial con 11,3 millones de habitantes, el 6% del total del país.
El desastre ha afectado a 2,3 millones de personas en la región fronteriza con Uruguay y Argentina, y alrededor de 620.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares e ir a refugios temporales o a casas de familiares o amigos.
Desde que comenzó la catástrofe, las autoridades brasileñas, con cerca de 30.000 agentes sobre el terreno, han rescatado a 82.666 personas y 12.215 animales.
Dos semanas después, todavía continúan los rescates de personas rodeadas por el agua, miles de puntos se quedan sin electricidad y una cincuentena de carreteras están total o parcialmente cerradas, según Defensa Civil.
La capital regional, Porto Alegre, sigue con algunas zonas inundadas y su aeropuerto internacional estará fuera de servicio al menos hasta septiembre, aunque la situación ha mejorado en los últimos días, ya que el río que baña la ciudad ha comenzado a retroceder.
Ante este escenario, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC, el regulador) ha abandonado los vuelos comerciales en la base aérea de Canos, situada a unos 14 kilómetros de Porto Alegre y que tradicionalmente era utilizada sólo por las Fuerzas Armadas.
Las previsiones meteorológicas, sin embargo, muestran más lluvias en Rio Grande do Sul la próxima semana, lo que podría dificultar los esfuerzos de rescate y reconstrucción para bajar los niveles de los ríos en este próspero estado brasileño.