atleta venezolano, Yulimar Rojas admite que cuando era niña sufrió “muchos golpes” por su altura y color de piel.
Durante una entrevista con la revista Vogue México, la reina venezolana del atletismo dijo que esta situación la persiguió durante toda su adolescencia.
“Me llamaban de muchas cosas. Los apodos me mataron, me dejaron impotente. Me llamaban garza, jirafa, negra. Me eligieron mucho el color de la piel. Como tenía el pelo 'malo' (afro), siempre llevaba el pelo recogido en un moño desordenado y me llamaban la negra fea. Pensé: 'Si se meten conmigo, Venezuela En Directo diferente'. En algún momento todos los que se burlan de mí van a conocer al verdadero Ulimar'', afirmó.
El trauma de Yulimar Rojas
Destacó que todo esto le afectó mucho y “le generó un trauma” que sólo pudo superar gracias al deporte.
“El trauma que experimenté me hizo incapaz de caminar en lugares donde había mucha gente para que no me vieran, para que no pensaran que me estaban mirando o que estaban jugando conmigo.. Finalmente agradezco a esas personas por fortalecerme. Me hicieron una mujer valiente, luchadora, guerrera, capaz de superar los comentarios que la oprimieron durante años”, comentó.
De igual forma, Yulimar Rojas señaló que “ella siempre supo que era diferente. Que estaba llamada a hacer grandes cosas para que muchos vieran sus historias reflejadas en mí”.
“¿Qué pienso cuando salto? O mejor dicho, cuando vuelo, porque es volar. Para mí se trata de ser yo mismo. De liberar tensiones. Cuando salto no pienso en nada. Sólo digo: 'Voy allí'. 'Voy a saltar'. Me concentro en cómo saltar, cómo utilizar la técnica a mi favor, cómo correr. en flujo Cuando estoy en el aire, lo que pienso cae más”, afirmó.
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Yulimar Rojas dijo que salió de Venezuela en 2025 para perseguir su sueño, aunque fue una decisión difícil.
“Dejé mi país cuando tenía 20 años. Él huía de la idea de irse. Pospuse el viaje varias veces. Fue una decisión muy difícil. Pero me armé de valor y aposté por el futuro. Siempre pensé que tenía una misión, o que tenía una misión porque ese desafío sigue ahí. Dentro de mí guardo a Pozuelo, a mi familia, a mi madre que nunca me dejó, mi infancia, mis primeros pasos, ese rinconcito de Puerto la Cruz que tanto amo y cada vez que voy a Venezuela trato de reencontrarme con ella”, dijo. dicho